Con una herida abierta en el pecho, a las 10:45 de la noche del sábado, uniformados de la Policía de Santander adscritos a un cuadrante de vigilancia en San Gil, encontraron a Hernán Rivas en la calle 3 con carrera 29.
Las autoridades fueron alertadas por la misma comunidad quien aseguró que momentos antes hubo una fuerte discusión y posterior riña de varios hombres contra la víctima quien a pesar de ser trasladada con celeridad a la clínica Santa Cruz de la Loma terminó falleciendo por la gravedad de sus heridas.
La Policía no perdió tiempo, y una vez escuchó la declaración de los testigos salieron en la búsqueda de alguno de los responsables para judicializarlo.
Según los testigos, Hernán fue primero golpeado con puños por varios hombres, por intolerancia, y luego uno de estos delincuentes en el furor de la golpiza sacó un arma blanca y se la enterró en el pecho para huir instantes después.
Lo agarraron Una vez los uniformados conocieron las características físicas y prendas que portaba el presunto homicida adelantaron un operativo para rastrearlo y detenerlo. Tiempo más tarde, las autoridades dieron con un hombre que cumplía con la descripción, lo detuvieron y trasladaron a una instalación policial.
La captura en flagrancia por el delito de homicidio tenía un buen material probatorio que vincularía a este hombre con el asesinato. Una vez fue presentado ante un juez de control de garantías por el delito de homicidio, éste le dictó medida de aseguramiento en la cárcel.