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Por diez años, este ‘amarillo’ ha prestado un servicio con honestidad

Don Élber es uno de los taxistas que hace parte de Transportes Búcaros S.A. Su trabajo comienza a las 7:00 de la mañana.

Élber González lleva diez años frente al volante recorriendo las calles de Bucaramanga. Su horario de trabajo comienza a las 7:00 de la mañana cuando sale en su taxi adscrito a la empresa Transportes Búcaros S.A y la jornada laboral termina cuando el reloj marca las 9:00 de la noche.

La inseguridad, la movilidad y trabajar más horas por menos dinero son algunos de los aspectos negativos que Élber resalta de manejar taxi actualmente en la ciudad.

“Lo que necesitamos en Bucaramanga es movilidad”, dice el conductor cuando se refiere a la nueva medida implementada en la ciudad de eliminar el pico y placa para los conductores de taxi, con la cual no está de acuerdo. Considera que afecta la salud mental y física de su gremio.

Frente a este tema, Élber precisa que no hay soluciones reales que mejoren la movilidad de la ciudad sino “contentillos”, como es el caso de haber habilitado la Carrera 15 para que los taxis puedan transitar.

“Eventualmente estamos trabajando a pérdida, en cuestión de los gastos de la casa, debido a la levantada del pico y placa”, agrega don Élber.

Los sectores que más frecuenta este taxista son Cabecera y la Universidad Autónoma de Bucaramanga. Al respecto, Élber comenta que “uno se ve afectado por la 36, mucha congestión a toda hora. Si uno baja y coge la 33 hacia el sur le toca a paso de rueda”.

La situación para los taxistas en la ciudad no es la mejor. Además de los problemas de la movilidad, las aplicaciones para tomar transporte también los afectan de manera notable, según el conductor.

Mientras la carrera avanza y el semáforo cambia a verde, Élber González comenta que en Zapamanga etapa 5 dos mujeres atracaron a un compañero de trabajo y lo hirieron en el acto.

Aunque el trabajo se torna complicado, es enfático en que se deben tomar las cosas con calma. “Yo ando fresco como la lechuga”, dice el conductor entre risas cuando afirma que le gusta mucho su trabajo y que busca alternativas para no sentir el estrés del día a día.

La compañía de muchos taxistas suele ser la radio. En el caso de Élber, cuenta que prefiere no escuchar noticias trágicas por la mañana porque le quitan la energía, así que opta por escuchar música romántica o la opción que los pasajeros deseen escuchar mientras avanzan en el recorrido.

“Así haya trancones o lo que sea, yo la cojo suave”, dice.

El carro limpio

Otro de los temas de los que habla Élber González es la importancia de tener el carro en buen estado, pues afirma que algunos de sus compañeros tienen la costumbre de fumar cigarrillo u otras sustancias psicoactivas y dejar el carro con olores que pueden incomodar a los pasajeros que se suben al vehículo. Aspectos como estos, según cuenta el conductor, son los que afectan al gremio de taxistas en general, por lo que él prefiere prestar un buen servicio, con amabilidad, sinceridad y respeto al usuario.

Lo bueno de ser taxista

Los aspectos positivos que González resalta de su oficio es la honestidad con la que él trabaja a diario para los pasajeros que se montan en su vehículo. En varias ocasiones han olvidado pertenencias de alto valor, como computadores portátiles y billeteras que él les ha regresado a sus dueños. Por razones como estas, Élber cuenta con una clientela que lo ha escogido como su conductor de confianza. Asimismo, recuerda cuando algunos de sus pasajeros han olvidado el dinero o no tienen sencillo para pagar en el momento, por lo que procede a confiar en ellos y que le paguen en otro momento cuando sí puedan hacerlo.

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