De las risas y la diversión a la ira, el enojo y la muerte… Así fue como evolucionó la tarde en que Oliver Ariza Pardo y William Alberto Medina Guevara compartían en la calle 15 con carrera 9 del barrio Gaitán, pues en una sorpresiva riña entre ambos uno terminó asesinando al otro.
La víctima mortal fue Óliver Ariza, un hombre de 40 años que trabajaba como carpintero y era reconocido del barrio pues acostumbraba a sentarse en un andén ubicado a pocos metros de donde sucedieron los trágicos hechos.
El agresor quien también resultó herido y fue capturado por la Policía de Bucaramanga en el centro asistencial, tiene 47 años, también reside en el mismo barrio y trabaja como vendedor informal.
Según el reporte policial y la versión de algunos testigos, estas personas que nunca habían presentado un problema o pelea física con antelación, al parecer, por una discrepancia y el alto nivel de alcohol en su sangre, decidieron darle fin a la discusión con armas blancas, sin embargo el fallecido, al parecer, estaba en una desventaja notable frente al presunto homicida.
“Tenían varias horas pero de la nada, cuando eran cerca de las 9:00 de la noche, cada uno se paró a pelear. El otro tipo sí tenía un cuchillo, pero a Óliver le tocó romper una botella y con eso fue que peleó, al principio no se herían, y mientras Óliver se estaba moviendo a otro lugar, terminó tropezando y cayó, de una vez el otro tipo se le lanzó y ahí fue que se hirieron de gravedad”, explicó una testigo de la riña.
Después de dar dos pasos, Ariza Pardo cayó y no volvió a levantarse. Según el informe que los médicos le dieron a las autoridades, la víctima recibió tres puñaladas una de estas en el tórax que afectó gravemente sus órganos vitales.
La comunidad alertó a la Policía, y un carro particular lo trasladó rápidamente al Hospital Universitario de Santander donde minutos después de ingresar fue enviado a cirugía, sin embargo ya no tenía signos vitales por lo que rato después se reportó su muerte.
William, según la testigo, también cayó por las heridas, pero fue unas cuadras más lejos. Este hombre fue capturado por los uniformados de Policía adscritos al cuadrante y fue trasladado al mismo centro asistencial en donde le suturaron su mano izquierda que resultó afectada en la riña. Este hombre también fue herido en una oreja y un glúteo.
La Policía lo detuvo en flagrancia por el delito de homicidio ayer se adelantaban las audiencias concentradas en su contra para definir su situación judicial. De la víctima se conoció que a diario frecuentaba esa esquina y era una persona callada, servicial y amable.
“Nosotros lloramos mucho cuando nos enteramos que murió. Si tomaba o fumaba acá nunca hizo escándalos, era muy callado y respetuoso. Muchas veces una hija mía llegaba a la casa tarde de la noche y si él estaba ahí, cuando algún vicioso se acercaba a molestarla, él no lo dejaba, no era una mala persona”, concluyó la testigo.