Dos delincuentes, uno de ellos un extrabajador de la víctima, se hicieron pasar como miembros de una organización delincuencial para amenazar a una empresaria de la construcción. Pedían 40 millones de pesos para no ‘descuartizar’ a sus dos hijos, a su madre y a su suegra.
El temor para la ‘bumanguesa’ comenzó cuando recibió una llamada de un número no identificado en el que un sujeto le manifestaba que sabía a qué se dedicaba, cómo obtenía sus ingresos y quiénes eran sus familiares.
“En las primeras llamadas me decían que iban a acabar con mi familia, empezando por mis hijos que tienen 16 y 19 años. Que tenía que recogerlos en bolsas sino accedía a sus pretensiones económicas”, señaló.
La angustiada mujer pensó en pagar el dinero para salir del drama que vivía cada vez que la llamaban o vibraba su celular por un mensaje de texto. Pero fue su hija menor de edad la que la alentó a no caer en la extorsión.
“Me animé a denunciar y un día caminando por la calle me encontré a una policía que me llevó hasta el Gaula para denunciar mi caso. De una vez iniciaron las investigaciones para dar con los delincuentes”.
En la siguiente llamada que recibió, ya con la asesoría de los investigadores, la empresaria les manifestó que les daría 20 millones de pesos. Se citaron en el centro de Bucaramanga para la entrega.
Agentes encubiertos grabaron el momento del pago y procedieron a la captura de los extorsionistas. Los sujetos fueron identificados como Leonardo Gaviria Valencia, de 46 años y Pedro Luis Gómez García, de 30. Para sorpresa de la víctima, uno de ellos era un exempleado que había renunciado hace un año.
“Sospechábamos de alguien cercano. Él trabajó con nosotros hasta el año pasado”.
