Según pudo conocer Vanguardia, funcionarios del CTI adjuntos a la Fiscalía, capturaron a Gilberto Mendoza, exdirector del Idesan en la administración de Didier Tavera; Hermes Ricos, jede la Oficina Jurídica del Instituto; Jorge Enrique Martínez y Shirley Castro Rojas, ambos excontratistas del Idesan.
Los capturados están siendo investigados por las irregularidades en el crédito otorgado por el Instituto Financiero para el Desarrollo a la firma Procosan, por más de $3 mil millones para desarrollar un proyecto de vivienda de interés social, el cual no cumplía con las normas urbanísticas y terminó estafando a 700 familias.
“El Idesan entregó el crédito sin mayor soporte legal. Supuestamente con los recursos del crédito por $3 mil millones se iban a construir un proyecto de vivienda y la entidad entregó los recursos sin que la solicitud del crédito tuviera al menso licencias de construcción”, señalaron fuentes cercanas al proceso penal.
Por estos hechos la Fiscalía Primera de Estafas y urbanización Ilegal pretender imputarle cargos a los funcionarios y exfuncionarios del Idesan por los delitos de financiamiento de proyectos urbanísticos ilegales y concierto para delinquir.
La audiencia de imputación se realizaría mañana ante un juez de garantías, donde también se tiene planeada la solicitud de medida de aseguramiento en contra de los cuatro capturados.
La investigación
Este caso hace referencia a hechos ocurridos en el Instituto Financiero para el Desarrollo de Santander, Idesan, entre 2017 y 2019, cuando Gilberto Mendoza fue gerente de esa entidad.
En marzo de 2017, la Asamblea de Santander aprobó una reestructuración de ese instituto y entre los cambios que hubo estuvo la posibilidad de que la entidad le prestara dinero a particulares.
No obstante, hay denuncias de que en los siguientes dos años se otorgaron más de $12 mil millones en créditos, sin contar con garantías de respaldo.
Entre los favorecidos está Fabián Rolando Méndez, esposo de la diputada de Cambio Radical Marggy Carolina Rangel, quien con la ayuda de un crédito por $2.000 millones compró dos terrenos que pertenecían a Ferticol.
No obstante, según una fuente anónima, se atrasó en los pagos y al final, en 2019, cuando estaba a punto de iniciarse un proceso judicial, la deuda fue pagada completamente, pero con la ayuda de otro crédito por $2.700 millones otorgado por el mismo Idesan a la empresa Global Project Business.