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Capturaron al hombre que asesinó a su pareja a golpes en el Sur de Bolívar

Willinton González Guzmán, sindicado de asesinar a Omayra Quintero, su pareja, con un objeto contundente, fue detenido por la Policía.

Willinton González Guzmán fue capturado por la Policía, sindicado de asesinar con un objeto contundente a su pareja, Omayra Quintero Contreras, en San Pablo, Sur de Bolívar,

El presunto feminicida fue detenido gracias a una orden de captura que permitió su detención dos semanas después de los hechos.

Omayra, de 54 años, se aferró a la vida durante casi 15 días, luego de ser brutalmente golpeada por su compañero sentimental, en una vivienda de San Pablo, sur de Bolívar.


A mediados de octubre fue el ‘comienzo del final’ para Omayra. La atacaron sin piedad. Las primeras versiones indican que tras el ataque, el agresor habría intentado ‘esconder su crueldad’, pero ante la gravedad de las heridas decidió llevar a la víctima hasta el hospital del pueblo.


Con un pronóstico bastante delicado, Omayra fue remitida a la Clínica La Magdalena en Barrancabermeja. Eran tan graves las heridas que fue intervenida quirúrgicamente, sin embargo, no bastaron los esfuerzos médicos. Después de 11 días en coma, falleció esta semana.


“El 17 de octubre él la golpeó a ella, nosotros no sabíamos nada, la tenía en la casa gravemente herida. Mi mamá llamó a mi hermana y le dijo que se sentía mal pero no dijo nada. Ya el 19 de octubre él mismo la llevó hasta el hospital porque del golpe que le había dado en la cabeza le causó un trauma y mi mamá no reaccionaba, entonces el mismo agresor la llevó hasta el hospital”, señaló una hija de la víctima a un medio de la región.


Tras llevarla al centro asistencial, el agresor habría llamado a una de las hijas de Omayra para decirle que se había caído y que estaba delicada. Pero al llegar, los allegados notaron que se trataba de una golpiza.
“Después de la golpiza mi mamá alcanzó a ver a una amiga y le contó realmente lo que había pasado. Mi mamá le contó a la amiga que la había golpeado y la estaba ahorcando con una correa”, añadió la hija.


Quizá por miedo, pena… No se sabe, Omayra decidió callar. “Mi mamá se quedó callada, estaba enamorada y no dijo nada, pasaron dos días y mamá continuaba callada, nadie sabía, hasta que el mismo agresor la llevó al hospital”.

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