El joven de 25 años, un destacado boxeador que llevaba varias victorias conseguidas, tuvo que ser sacado en una camilla del Coliseo Elías Chewgin, en Barranquilla, luego de ser noqueado por su contrincante, José Muñoz.
Faltaban apenas 30 segundos para terminar el último asalto cuando el barranqueño recibió un golpe de Muñoz que lo hizo tambalearse y caer sobre las cuerdas del cuadrilátero.
En un video grabado por los aficionados se ve los intentos de Quiñones por levantarse en lo que el juez iniciaba el conteo pero sus movimientos eran débiles. No lo consiguió, quedó desplomado sin reaccionar.
“En el segundo round no lo vi tan bien, ya en el cuarto vi que no coordinaba el movimiento de las piernas. No entendía por qué el esta peleando así, si era muy rápido para esquivar los puños”, comentó consternado Leonardo Quiñones, hermano de Luis.
El deportista fue ingresado a la UCI de una clínica en el norte de la capital del Atlántico donde inmediato fue sometido a una intervención quirúrgica que terminó luego de dos horas. Los galenos le extrajeron un coágulo de sangre que se formó en su cerebro.
La noticia de su crítico estado de salud causó conmoción en el Distrito de Barrancabermeja. Sus familiares, residentes del barrio Ciudadela Pipatón, suplicaron por cadenas de oración a nombre de Luis.
“Hay esperanza, el médico dijo que había movido la mano. Mi hermana y mamá viajaron para estar con él”, agregó Leonardo Quiñones.
“Pelar y ganar para comprarme mi casita”
Luis es el único boxeador de su familia, “salió bueno para eso, era lo que quería hacer desde pequeño”, dicen sus seres queridos sobre las habilidades que destacaron a Luis en del deporte de combate.
“José Muñoz está muy afectado, era amigo de Luis, hasta entrenaban juntos. Esa era una pelea pareja, por eso nadie se explica cómo ocurrió este desafortunado episodio”, expresó un amigo del boxeador.
“Pelear y ganar, para comprarme mi casita y arreglarle la casa a mis padres de la mano de Dios. Esas son las palabras que decía mi amigo Luis”, relató.