Dos de ellos, quienes al parecer lo ingirieron sin saber lo que era, sufrieron complicaciones de salud y tuvieron que ser remitidos al Hospital de San Gil.
«Los cinco estudiantes dijeron que ellos habían consumido esa bebida de forma voluntaria, nadie los obligó. Le dieron a los otros dos estudiantes la bebida sin su consentimiento, a pesar de que sabían para qué era ese medicamento, y que no lo pueden consumir menores de edad porque genera reacciones adversas», señaló Gerardo Rodríguez, rector del colegio.
Al parecer la pastilla la adquirió uno de los estudiantes en una de las droguerías del pueblo.