Aunque un Juez le dictó medida de aseguramiento en una cárcel de Bucaramanga a Giovanny Vega Blanco, por la investigación a la que se le vinculó por presuntos abusos sexuales contra menores de un Club de Atletismo al que entrenaba, a la fecha esto no se ha cumplido.
Va más de un mes de haberse dado la orden de su reclusión y el hombre aún no ha pisado un establecimiento penitenciario, pues – según fuentes oficiales – se lo han impedido presuntos quebrantos de salud y ahora estaría por someterse a exámenes psiquiátricos.
La primera situación tras la decisión del Juzgado fue un fuerte dolor en el pecho, como de un preinfarto, sufrido por el entrenador acusado justo cuando se iba a cumplir su traslado a un penal.
Por esta razón fue llevado a un hospital y habría sido sometido a un cateterismo. Sin embargo, poco después aseguró que tenía una cita con el área de psiquiatría y desde entonces habría permanecido – durante por lo menos 15 días – internado en un centro que brinda este tipo de atenciones.
¿Se está haciendo el loco?
Lo que más temen las siete víctimas del caso y sus familiares es que entre todas estas ‘trabas’ para ser llevado a prisión, se esté ‘gestando’ alguna estrategia para declararse no apto mentalmente y permanecer en su lugar de residencia.
Una situación que vulneraría aún más a las jóvenes que tuvieron que pasar por los señalados tocamientos y abusos que les habría cometido Vega Blanco.
Según la investigación y las denuncias en su contra, el entrenador se habría aprovechado de su rol de autoridad en un Club de Atletismo de la capital santandereana para atentar contra la inocencia de las víctimas, además de darles malos tratos.
Los hechos habrían ocurrido al interior del estadio Luis Enrique Figueroa de La Flora, donde el hombre actuaba como preparador físico de decenas de atletas.
En uno de los testimonios, una de las corredoras contó que “en ocasiones, cuando tenía lesiones musculares, (Vega) me llevaba a los baños de las bodegas de la pista y ahí me empezaba a tocar (las partes íntimas)”.
Ahora las denunciantes esperan que el entrenador sea llevado al encierro.
