El joven de 25 años fue la víctima mortal que quedó tendida a un costado del separador, sobre la calle 19 con carrera 19, en el barrio Villamil de Girón.
Chocó en su motocicleta de placas AXT-15G contra el separador de la vía golpeándose fatalmente contra un poste de luz.
Bajó la curva de La Consuelo, a toda máquina
Marlon se accidentó en la curva que queda metros antes de la Glorieta Consuelo. Según las hipótesis que manejan las autoridades de tránsito, el motorizado conducía en estado de embriaguez y con exceso de velocidad.
Perdió el control de la motocicleta al dar la curva y salió disparado hacia el separador. Todo el impacto lo recibió en su cabeza y no llevaba puesto el casco.
Aunque una paramédico que iba transitando por la zona corrió a auxiliarlo, ya no había nada que se pudiera hacer. Marlon murió al instante.
«Yo iba a coger un taxi cuando vi que el muchacho bajó embalado y no maniobró. Chocó en seco contra el separador», contó un testigo del hecho.
El cuerpo de Marlon yacía bocabajo con un rastro de sangre que tiño el asfalto. Vestía una bermuda de jean y una camisa blanca.
Un tumulto lo rodeó, los espectadores lamentaban las consecuencias de la adrenalina. En menos de 24 horas dos jóvenes gironeses habían muerto en siniestros viales.
Cuando el cuerpo ya estaba cubierto con una manta y las autoridades de criminalística de Tránsito de Girón realizaban el croquis, un amigo y allegados de Marlon lloraban su trágica partida.
“Si estaba tomado por qué no le quitaron las llaves”, gritaban.
La máquina de Marlon era una moto último modelo, al parecer la había comprado hace poco pero el descontrol desmedido terminó en fatalidad.
