Con la recaptura de Óscar Camargo Ríos, alias ‘Pichi’ -líder de la banda de microtráfico “Los de San Rafael”-, en septiembre del 2018, Nelson Reátiga alias “Poporro”, quien era su mano derecha, trató de tomar las riendas para controlar el expendio de drogas en gran parte de la comuna 1 de Bucaramanga.
Sin embargo, eso generó una ruptura dentro de la banda, y “Poporro” creó su propia pandilla hacia donde se fueron varios integrantes de “Los de San Rafael”. Así nacieron “Los del Sur”.
Desde entonces, ambas bandas han desatado toda clase de crímenes en su avaricia por el control territorial en la apetecida zona, desde donde se distribuyen y abastece de droga a toda el área metropolitana.
La más reciente disputa, en Mirador del Norte
En la última semana, la Policía ha incautado un arsenal de droga y armas, afectando a estas estructuras criminales, principalmente a “Los del Sur”.
La más grande ocurrió a inicios de este mes cuando capturaron a un ciudadano mexicano quien custodiaba en su apartamento una caleta con 400 kilos de marihuana y mil gramos de cocaína junto con $55 millones en efectivo.
Esta semana, en medio de operativos en los barrios más álgidos del Norte como Villa Helena, La Esperanza y Mirador, las autoridades han evitado que los pandilleros se maten entre ellos.
Armas de fuego y chalecos balísticos blindados fueron hallados en caletas por uniformados de la Policía, y de acuerdo a las labores de inteligencia, integrantes de “Los del Sur” estaban orquestando desterrar a “Los de San Rafa” de una de las viviendas donde opera una ‘olla’ de droga en el barrio Mirador del Norte.
Tres hombres de 19, 26 y 50 años, quienes serían sicarios de “Los del Sur”, fueron capturados en las últimas horas en el barrio Esperanza II. Portaban dos revólveres. Estaban listos para iniciar una plomacera.
Uno de los sujetos capturados tiene una orden de captura vigente por violencia intrafamiliar. Todos registran antedecentes por estupefacientes y han pasado por las estaciones de Policía pero luego son dejados en libertad o cobijados con detención domiciliaria que para ellos viene siendo lo mismo, tienen la oportunidad de seguir delinquiendo.
