Sergio Andrés Poveda Navas, de 33 años, trabajó durante un año como regulador vial en tránsito del municipio de Girón.
Debía ver que los actores viales cumplieran las normas de tránsito y fue testigo de muchas imprudencias.
Su experiencia en ese trabajo le sirvió para considerar los peligros en la carretera, pero ‘Checho’- como le decían de cariño a Sergio-, era un aficionado de las motocicletas.
Desde muy joven las máquinas eran su medio de transporte. Hace poco había cambiado de ‘nave’, compró una Banelli, de alto cilindraje.
‘Checho’ dejó el trabajo como regulador vial y entró a laborar en una empresa ubicada en el Parque Industrial, en la vía a Chimitá.
Todos los días debía desplazarse en su máquina hasta su casa, en el barrio Quintas del Llanito, donde vivía con sus padres.
Tenía un hijo de dos años. El pequeño era todo para él, cuentan sus allegados.
Lamentan que el niño crezca sin su padre. Un infortunio los separó.
Un árbol truncó su existencia
El jueves en la madrugada, ‘Checho’ se desplazaba a bordo de su máquina de placa DTG -13G por el Anillo Vial, en Girón.
Eran las 4:30 a.m., no había muchos vehículos transitando.
No se sabe qué ocurrió, ni hubo testigos, pero el motorizado al parecer perdió el control de la moto.
Se salió de la calzada y fue directo hacia el separador. El descontrol terminó en un abrupto choque contra un árbol.
La moto cayó a unos 7 metros y ‘Checho’ salió expulsado otros ocho metros. Murió instantáneamente.
Quedó tendido bocarriba con el pecho medio descubierto. Vestía un saco amarillo con la capota puesta en su cabeza, una sudadera y unos tenis.
Primero llegó la Policía al lugar del siniestro. Luego reportaron a la Secretaría de Tránsito de Girón y los agentes municipales se encargaron de realizar el croquis y el levantamiento.
Al revisar sus documentos confirmaron su identidad y dieron aviso de la desoladora noticia a sus seres queridos.
Extrañarán la alegría de ‘Checho’
Excompañeros de trabajo y allegados expresaron su tristeza por la súbita muerte de Sergio.
“Chechito era una persona muy humilde, súper alegre. Le gustaba compartir mucho con su familia y sus amigos, le encantaba ir a paseos de río”, contó una allegada al motociclista.
No lo olvidarán.
