Por solicitud de un fiscal adscrito a la Dirección Seccional de Santander fue cobijado con medida de aseguramiento en su lugar de residencia el dragoneante del INPEC, Carlos Augusto Pineda, quien al parecer pretendió ingresar 425 gramos de marihuana al establecimiento carcelario de San Gil.
El alucinógeno, que estaría oculto en dos botellas plásticas, le fue hallado al funcionario en una requisa cuando, presuntamente, lo iba a ingresar al patio general de recluidos.
La Fiscalía le imputó cargos por los delitos de fabricación o porte de estupefacientes en la modalidad de portar confines de venta, distribución y suministro, a los cuales no se allanó.