El temor de la familia Durán Guzmán de que el asesino de Yolsabet quedara libre por vencimiento de términos, se alivió de manera temporal, pues ayer, luego de la audiencia, se determinó que Diego Amaya Pérez continuará tras las rejas.
El hombre es el confeso homicida de la médico Yolsabeth Durán Guzmán en hechos ocurridos en noviembre de 2016.
Según sus seres queridos, quienes han pedido justicia, aseguraron que siguen en espera para saber qué pasa, “porque el proceso sigue y la contraparte apeló; sin embargo, hay que recalcar que esta audiencia fue hecha ante un Juez de Garantías y el proceso se mantiene en el Juzgado Segundo de Barrancabermeja. Estamos atentos porque esta semana tenemos otra audiencia”.
Agregaron además que “como familia recibimos bien la decisión de la Jueza de negar la libertad por vencimiento de términos; sin embargo, es un proceso que continúa y como víctimas esperamos que las autoridades competentes impartan justicia y que no sigamos siendo burlados como lo han sido durante casi seis años y que este delito se declare como lo que es, un feminicidio”.
Reiteraron que la joven presentaba golpes en la cabeza, su cuerpo fue atado de pies y manos, “hoy sabemos que fue torturada, desaparecida y asesinada vilmente”.
Atroz crimen
En el patio de una vivienda localizada en la calle 50 con 35 del barrio Miraflores, en Barrancabermeja, fue hallada una fosa tapada con cemento en donde estaba enterrado el cuerpo de Yolsabet Durán, una médica de 24 años, quien había sido reportada por sus familiares como desaparecida días anteriores.
El cadáver fue hallado tras una diligencia de allanamiento en donde residía Diego Amaya, de 25 años, con quien, según varios testigos, Yolsabet departió por última vez la noche que desapareció en un centro comercial, siendo la última persona que la vio con vida y quien habría sido un amigo de su infancia.
Médica consagrada
Trabajaba en el Centro de Salud Versalles, en Barrancabermeja, donde cumplía con su rural desde abril de ese año, manifestaron que la médica tenía una relación sentimental con un oficial de la Policía radicado en Bogotá, con el que incluso tenía planes de casarse.
El martes en la noche, tras su jornada laboral, la víctima salió con un hombre con el que tenía una amistad cercana. Según varios testigos, los dos estuvieron en el sector comercial comiendo y hablando hasta cerca de las 9:30 de la noche. Y desde ese día no volvieron a saber de ella.
