Desde hacía quince años a Édison Sierra Alfonso lo veían casi a diario atendiendo su droguería y minimarket ubicado en la carrera 20N #108 del barrio La Juventud.
El negocio pertenecía a un tío suyo pero al fallecer, fue él quien pasó a ser el propietario del lugar.
El establecimiento abría de domingo a domingo. Édison trabajaba junto con su esposa y su hermana. El hombre de 41 años terminó convirtiéndose en un rostro ‘familiar’ para la comunidad del barrio de la comuna 2 de Bucaramanga, todos lo conocían.
Su horrible asesinato conmocionó a los vecinos. Aún no salen del horror. Eran alrededor de las 7:30 de la noche del miércoles cuando su esposa salió gritando desesperada por ayuda.
Ya estaba muerto cuando lo sacaron de la droguería.
Lo subieron a un vehículo particular y lo llevaron al Hospital del Norte pero nada pudieron hacer por él. A las 8:00 p. m. confirmaron su deceso.
A la mañana siguiente se conoció el escalofriante video de la cámara de seguridad de la droguería que captó el asesinato de Édison.
Ese “cliente” era su verdugo
El sicario llegó a la droguería de Édison como cualquier otro cliente. Ya tenía premeditado su cometido.
Era un joven de contextura delgada, vestía un buso grande color beige, un sombrero pescador y llevaba un tapabocas mal puesto.
No le importó que una joven también ingresó al local, siguió su plan.
Conversó con Sierra unos segundos, luego le pidió un producto.
Cuando recibió lo pedido, sacó su billetera para pagar y le entregó el dinero a Édison.
El comerciante se volteó hacia la caja resgitradora y le dio la espalda al tipo. Ese fue el momento que aprovechó para desenfundar su revólver.
A quemarropa le propinó el primer tiro en la cabeza y mientras se desplomaba en el suelo volvió a jalar el gatillo impactándolo en el cuello.
La joven que presenció el vil ataque se arrinconó, horrorizada se llevó sus manos a la cabeza.
Tenía al asesino justo al lado suyo pero el sanguinario hombre nunca la determinó.
Con una calma estremecedora salió del lugar caminando como si nada.
“El tipo pasó caminando por el frente de la casa de mi mamá. Tenía el arma en la mano y subió por unas escaleras al frente de la droguería”, contó una habitante del barrio.
Huyó por la calle 1 en sentido oriente-occidente. La Sijin y el CTI de la Fiscalía ya lo tendrían identificado, esperan capturarlo pronto.
¿A Édison lo tenían sentenciado?
Las autoridades judiciales adelantan las investigaciones para establecer los móviles del homicidio de Édison Sierra. Las primeras hipótesis apuntarían a que se trataría de un ajuste de cuentas. Édison registraba anotaciones judiciales por lesiones personales, hurto y porte ilegal de armas de fuego. Algunos rumores señalan que al comerciante ya lo tendrían ‘fichado’ desde hace algún tiempo. Habrá que esperar que los hechos sean esclarecidos pero nada justifica semejante atrocidad.
