Una ‘puntada’ filosa despertó de forma abrupta a Cristian Camilo Galván Lobo, de 28 años, cuando dormía una siesta en la calle 53 con carrera 23, del barrio Nuevo Sotomayor de Bucaramanga.
Era habitante de calle. Murió apuñalado en el pecho. Luchó por su vida por más de 10 horas; pero sus fuerzas no le alcanzaron y su corazón dejó de latir.
Brutal ataque
Cristian tendría una rencilla con otro sujeto que no le permitía conciliar el sueño de forma tranquila y la sentencia de muerte se cumplió.
El cruel ataque quedó registrado en una cámara de seguridad; las autoridades ya se encuentran tras la pista del presunto homicida quien vestía bermuda beige, camisa verde y gorra. Fue una lesión certera.
En las imágenes se observa cómo el sujeto se acerca de manera sigilosa hasta donde está Cristian; a unos cuantos pasos lo esperaba otro hombre. Sin pensarlo siquiera le clavó el puñal muy cerca del corazón y huyó con su compinche.
La punzada y el susto dejaron a Galván Lobo de pie; sabía que algo le habían hecho, pero se mostraba aturdido.
La adrenalina del momento, lo llenó de energía para dar unos cuantos pasos, pero al llegar a una esquina se desgonzó.
Bañado en sangre en medio de una vía, pedía ayuda. Pocos se acercaron. Con su vida pendiendo de un hilo, fue trasladado por la Policía hasta el Hospital Universitario de Santander, HUS, donde fue sometido a una cirugía debido a la gravedad de la herida. Su estado de salud se complicó y su deceso fue inevitable.
Galván tenía anotaciones por hurto, tráfico de estupefacientes, homicidio y concierto para delinquir.
