‘Ahogar’ las penas con tragos fue fatal para Franklin Ortega Mora. La noche del jueves tomó mucho y hasta pasadas las 2:00 de la madrugada llegó a su casa en el barrio España de Bucaramanga.
Pero el exceso de alcohol no habría sido suficiente para olvidar las tristezas que lo agobiaban. Momentos después tomó un impulso radical.
A la media hora, cuando un familiar se asomó a la sala, se encontró con la macabra escena.
Franklin tenía una cable de parabólica colgado al cuello. El hallazgo fue aún más desesperado porque Franklin aún tenía signos vitales.
Alcanzaron a soltarlo y llevarlo de inmediato al Hospital Universitario de Santander, HUS.
Lo ingresaron a urgencias, al parecer lograron estabilizarlo pero no resistió mucho.
A las 7:46 de la mañana del viernes, los galenos confirmaron que había fallecido. Quedaba esperar la llegada de la Sijin de la Policía para realizar el levantamiento de su cuerpo.
“Franco se nos fue”
A Franklin sus conocidos y amigos más cercanos lo llamaban “Franco”. Su súbita muerte los dejó atónitos. Nadie sabe las razones que lo llevaron a causarse ese final.
“Todos lo querían en el barrio, era una gran persona. Él se hacía coger cariño. Tenía tres hijos que eran su todo” contó una allegada de Franklin.