Ruíz trabajaba como independiente pero también laboraba con empresas contratistas.Era muy comprometido con su oficio y sus clientes, nunca se negaba cuando lo buscaban para realizar cualquier trabajo eléctrico.
Aún así, sus colegas, se cuestionan cómo se expuso a semejante riesgo al manipular redes de mediana tensión sin la indumentaria adecuada y aún más, sin un arnés, ya que estaba trabajando en las alturas.
13 mil voltios de fatalidad
El miércoles hacia las 10:10 de la mañana, Álexander se encontraba haciendo unas instalaciones eléctricas para un edificio nuevo, ubicado en la carrera 15, frente al Polideportivo del barrio San Martín.
Estaba encaramado en un poste, sosteniéndose únicamente de una escalera.
No se sabe con certeza cómo ocurrió pero Álexander recibió una letal descarga eléctrica; el choque lo hizo caer enseguida al asfalto de un altura de cinco metros, sufriendo un fuerte golpe en su cabeza.
Cuando los vecinos sintieron la caída salieron en auxilio de Álexander, el hombre aún respiraba pero se veía muy grave.
Fueron los Bomberos de San Gil quienes acudieron a auxiliarlo y lo trasladaron a un centro hospitalario.
Álexander solo resistió unas horas, presentó un trauma craneoencefálico severo y un shock por la descarga eléctrica. En horas de la tarde confirmaron su deceso.
dijo un compañero de Álexander, consternado por su lamentable partida.
“Esas redes, que se les dice redes vivas, solo se pueden manipular si están en desconexión y los únicos que pueden tener contacto con esos cables son los trabajadores de la electrificadora, los de canasta. Lo mínimo de protección es tener los guantes, el casco y el arnés de seguridad. Al compañero lo mató más el corrientazo que la caída, fueron 13 mil voltios, eso lo noqueó”,