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Así fueron los hechos por los que condenaron a un médico por homicidio en Bucaramanga

Hace 17 años el nombre de Hugo Castellanos Chalela habría simbolizado salud, por el juramento hipocrático que hizo al convertirse en un médico para servir en Bucaramanga. Ahora, después de ser condenado por un juez a 27 años de prisión, se confirmó que a pesar de su profesión estaba dispuesto a matar.

Este santandereano, especialista en anestesia, habría mandado a ‘dormir’ para siempre a quien trabajaba para cuidarlo: su escolta José Ramón Bernal Bohórquez de 29 años, por saber más de la cuenta.

Lo silenció a bala el 11 de agosto de 2005, en el estadero Los Mangos de la vía entre Bucaramanga y Girón, cerca de la embotelladora de Coca Cola, pero lo hizo a través de otras manos.
La Fiscalía sustentó que el galeno ordenó el asesinato a miembros del frente ‘Fidel Castaño Gil’ de las Autodefensas Unidas de Colombia, que tenían injerencia en Bucaramanga y el Área Metropolitana.
Los paramilitares Carlos Arturo Méndez Tordesillas, alias ‘Freddy’, y Robinson Adrián Lopera Restrepo, autor material del crimen, entregaron su testimonio en el marco de la jurisdicción de la Ley de Justicia y Paz y delataron al médico.
Declararon que este había ordenado la muerte del escolta porque conocía detalles de otro asesinato: el de la líder sindical Carmen Elisa Nova Hernández, registrado el 15 de julio de 2004 en el barrio Provenza.
Por el homicidio de esta enfermera e instrumentadora quirúrgica, Castellanos Chalela – quien era director y accionista de la Clínica Bucaramanga – fue capturado en julio del 2014 y habría sido absuelto en noviembre del 2021.
La actual sentencia pone a ‘andar’ de nuevo la investigación por Carmen Elisa, reconocida por defender a los empleados a través de Sintraclínicas (Sindicato de Trabajadores de Clínicas y Hospitales de Santander), y quien se habría convertido en una piedra en el zapato para el galeno, que lideraba una reestructuración del centro asistencial con recortes de personal.
Ese sería uno de los otros dos procesos judiciales por el delito de homicidio que adelanta la Fiscalía en contra del anestesiólogo, quien también fue condenado a pagarle 205 millones de pesos a la familia del asesinado guardaespaldas.

El crimen de Bernal
Aquel jueves hacia las 5:00 de la tarde José Ramón había llegado a ‘Los Mangos’ en una Suzuki 600 de placas XVP-47A, para protagonizar una acalorada discusión con otros dos hombres, en medio de insultos y empujones.

Las personas los miraban de reojo, pero la atención se dispersó en el momento en que estallaron seis disparos. Todos los recibió el escolta antes de desplomarse en el piso de tierra del parqueadero, muerto al instante entre dos carros.

Luego los testigos se amontonaron alrededor del cuerpo, llamaron a la Policía y señalaron la cañada por donde los dos asesinos habían emprendido la huida tras tomar en un descuido el arma de dotación de José Ramón y dispararle con la misma.

Así fue como los fugitivos fueron interceptados por las autoridades cuando salían hacia el barrio Las Delicias, sudorosos por la presurosa caminata. Eran Carlos Méndez y Robinson Lopera, los mismos que en Justicia y Paz destaparon lo oculto de este crimen: la directriz del médico Castellanos Chalela.

Carmen se bajaba de un bus
El asesinato de la líder Carmen Elisa ocurrió de noche, cuando la enfermera salía de su turno en la Clínica Bucaramanga y regresaba a casa en el barrio Provenza.

Se bajaba del bus frente al conjunto Comultrasan cuando dos asesinos motorizados le dispararon varias veces a la cabeza dejándola sin vida al instante. Según las autoridades, los criminales pertenecían al Bloque Central Bolívar de las AUC y habrían sido asesinados tras el homicidio para ‘borrar huellas’.

Nova Hernández tenía 44 años, de los cuales laboró 28 en la Clínica Bucaramanga. En su rol de sindicalista se negó a recibir chantajes y siempre estuvo en favor de los derechos de sus compañeros, lo que le habría acarreado múltiples amenazas – según denunció – y finalmente la muerte.

Señalan al ’doc’
El abogado defensor de la familia de Carmen Eliza, Luis Carlos Domínguez, en el pasado señaló que hay testimonios de exparamilitares que relacionan al galeno con su asesinato, pues dicen que lo conocían, trabajaban para él y hasta eran atendidos de manera clandestina en la Bucaramanga cuando resultaban heridos.

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