Dos sicarios a bordo de una motocicleta aguardaron con paciencia que la penumbra fuera más densa para irrumpir en su casa y propinarle cinco disparos. Fueron suficientes para dejarlo sumido en el sueño ‘eterno’.
El crimen ocurrió el lunes en el Asentamiento Humano La Independencia, de Puerto Wilches.
Por como quedó todo allí, “Machete” se retorció con cada proyectil que recibía en el pecho. Su colchón quedó desajustado de la cama y él, desplomado, con los desorbitados, pasmados ante el horror que contempló, muriendo…
No hizo caso a las advertencias
Hay quienes aseguran en el pueblo que Meléndez estaba ‘sentenciado’. Hacía un mes habría recibido un panfleto donde lo conminaban al exilio, a dejar el pueblo. Debía irse sino quería que lo desterraran “al más allá”.
Pero no temió. Sus familiares aseguran que no sabían que estaba en el pueblo, “hasta ayer que nos dijeron que lo mataron nos enteramos que había vuelto el día de su cumpleaños, el 7 de marzo. Porque estaba en Aguachica y le dijimos que se quedara allá”, dijo una de sus hermanas.
No hizo caso, “Machete” regresó a su terruño y debió recibir el ‘filo’ ensañado de odio, una condena determinante.