‘Andresito’ (el líder), ‘Pedrito’ y ‘Samuelito’ fueron los integrantes con cédula que quedaron en manos de la Justicia gracias a una investigación de más de un año entre la Fiscalía y la Policía Metropolitana, con apoyo de la Administración Municipal.
Serían ocho los integrantes de esta organización, tres de ellos plenamente identificados y con orden de captura pendiente por cumplir.
“Tenían su centro de operaciones en las torres del barrio La Inmaculada para ejercer el tráfico de estupefacientes a través del mano a mano”, detalló Oliden Riaño, director de la Seccional de Fiscalías de Santander.
Juan Carlos Cárdenas, alcalde de la ‘Bonita’, dijo que además de ejercer en el sector suroccidente de la ciudad, los miembros de ‘Las Torres’ buscaban extender sus ‘redes’ de “microtráfico en entornos escolares, como la Institución de Villas de San Ignacio y de La Inmaculada”.
Seguimiento en conjunto
Por eso fue vital el trabajo en conjunto de las autoridades con los rectores y con líderes comunales, quienes brindaron informaciones claves para este ‘golpe’ a la delincuencia.
Los agentes encubiertos y las labores de vecindario de la Policía permitieron determinar que la banda distribuía cada cigarrillo o bolsita con alucinógenos a 2 mil pesos, siendo una ‘tentación’ con un precio asequible para los menores de edad expuestos a su ‘oferta’.
En su negocio, ‘Las Torres’ lograrían vender cerca de 80 dosis diarias, aproximadamente, con un ingreso de 160 mil pesos por jornada, según la Policía.
Encerrados en las prisiones
Después de capturados, señalados por el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, un Juez envió a la cárcel a Sergio Andrés Plata, Pedro Rubén Vergara Urbina y Samuel Caballero.
El adolescente aprehendido fue cobijado con medida de internación en establecimiento de reclusión.
Otros dos menores de edad detenidos de manera previa y puestos en internamiento como presuntos miembros de ‘Las Torres’, también fueron imputados por la Fiscalía.
