Apenas ocurrió el robo, hacia la medianoche del domingo, los vecinos unieron esfuerzos con algunos taxistas, personal de seguridad del barrio San Miguel y el barrio Candiles así como con la Policía para ‘armar’ la persecución contra los ‘motorratones’.
La ciudadanía dice que los jóvenes fugitivos se desplazaban en vehículos Bóxer y fueron encontrados en un escondite a pocas cuadras de donde se cometió el delito, con lo robado metido en un morral, por lo que fueron registrados y esposados por las autoridades.
Sin embargo, dos de los sospechosos quedaron en libertad mientras los otros serán presentados ante un juez.