William Hernández teme por su vida, porque una agresión de la que fue víctima el 30 de mayo, se la atribuyeron como el motivo del asesinato de Brayan Estiven Parra Rodríguez ocurrido el pasado 6 de octubre en la vereda Santa Bárbara de Floridablanca.
Hernández, de 42 años, aseguró que Brayan sí le propinó dos disparos que le causaron graves heridas, pero que ni él ni su familia están involucrados en el hecho sangriento.
“Mi sobrino tenía problemas con ese muchacho desde hacía un año, cuando estaba en una tienda con otros sujetos y lo vieron pasar. A mi sobrino lo acuchillaron solo por pasarles por el lado a ellos.
“Ese 30 de mayo Brayan llegó a mi casa con un primo a buscar a mi sobrino. Yo me metí a defenderlo; pues me disparó en la mandíbula y en el cuello.
“Estuve en silla de ruedas, en tratamiento psiquiátrico, me quedé sin empleo. Tomo medicamentos para el dolor y estoy en terapia de rehabilitación”, contó Hernández.
Esa versión- de que sus sobrinos habrían ido a cobrar con su cuenta el ataque de William- fue entregada por las autoridades como uno de los posibles móviles del hecho. El crimen ocurrió cerca al barrio El Reposo, donde vivía Brayan así como también viven William y su sobrino.
Testigos dijeron que los sobrinos de William lo persiguieron hasta acorralarlo en una casa de Santa Bárbara. Allí lo apuñalaron en las piernas y lo dejaron desangrándose. Brayan, de 23 años, no sobrevivió a las letales cortadas y murió en la Clínica Bucaramanga.
“Están diciendo que fue por retaliaciones y ni yo ni mi sobrino tenemos nada que ver. Dicen a que él lo mataron porque lo encontraron robando. Necesito aclarar esto porque estoy cargando con esa cruz y mí o mi sobrino nos pueden hacer algo.”, alega Hernández.
