La confianza que les brindó José de Jesús Sanabria Báez a sus inquilinos fue vista de manera equivocada. Lo vieron como un ‘objetivo’ y por robarlo fue asesinado de manera cruel en su vivienda en el barrio Bellavista de Puerto Wilches.
Sus vecinos decidieron buscarlo porque sospechaban que ‘algo no andaba bien’. No era normal que estuviera tan callado, que no lo vieran.
Hallaron el horror
Sanabria Báez, de 67 años, se desempeñaba como comerciante vendiendo y reparando ventiladores en un local frente al Juzgado Promiscuo Municipal. Nunca faltaba al trabajo y donde vivía era común verlo todos los días cargando herramientas para el arreglo de los electrodomésticos.
Sin embargo, desde hace dos días nadie tenía noticias suyas. Se desapareció sin dejar rastro. Indagaron y no obtuvieron respuestas alentadoras. Con el paso de las horas la preocupación aumentó. Movidos por la angustia, llegaron hasta su puesto de trabajo y hallaron las cerraduras y los candados destrozados, señales de que alguien habría entrado a la fuerza.
Entonces decidieron visitar su casa para -al final- confirmar lo que tanto temían. José de Jesús no respiraba y estaba atado de manos en su habitación. De inmediato reportaron ante las autoridades. Habría muerto por asfixia, le encontraron un trapo en la boca y estaba amordazado.
Aunque los móviles del crimen no se han establecido, se presume que lo habrían asesinado para hurtarle el dinero que recibía por su trabajo. Las primeras sospechosas serían dos mujeres a quien José de Jesús, les habría arrendado una habitación. Las autoridades ya cuentan con algunas pistas y están en su búsqueda.
“Los móviles están por establecer y verificar, al parecer les había arrendado una habitación a personas de nacionalidad extranjera. Aunque al llegar al lugar no estaban ni sus elementos personales”, manifestó el Mayor Carlos Ardila, comandante del primer distrito de Policía de Barrancabermeja.
Invitó a la comunidad a brindar cualquier información línea 123, pues nada justifica este atroz crimen.