Era la 1:20 de la madrugada del sábado cuando el estruendo de un choque sobresaltó a los habitantes de la quinta etapa del barrio El Carmen, en Floridablanca.
Y se estremecieron al ver que se trataba de “Arturito”, quien vivía en el sector y era muy estimado.
Estaba tendido bocabajo sobre el asfalto al lado de su KTM Auteco colores negro con blanco de placa SQJ-92F. No tenía signos vitales.
¿Cómo pasó?
Arturo, de 47 años, perdió el control del velocípedo, se montó al separador y terminó de golpe contra un árbol.
Le faltaban solo unos metros para llegar a su casa. “Mi papá era una persona muy amable, amorosa, muy carismática.
“En pocas palabras, era de esos que uno se quisiera topar siempre en la vida, con valores, muy sencillo”, expresó María Camila, la hija mayor de Arturo.
Ayer en la tarde esperaban la entrega del cuerpo en Medicina Legal para darle el último adiós.
Las causas del siniestro aún son materia de investigación pero al parecer Arturo conducía en estado de embriaguez.
Una combinación que -está más que demostrado- resulta letal hasta para el más experimentado.