A José Miguel Ríos Tarazona, de 29 años, alias ‘Grillo’ ya lo seguían. El gatillero tenía su fierro ‘afinado’ esperando el momento para dispararle en el barrio La Cumbre.
Y a las 9:00 de la noche, en la calle 37, frente a la cancha de fútbol, José llegó en una motocicleta con su pareja sentimental para reunirse con algunos amigos que lo esperaban en un establecimiento comercial.
No pasó un minuto desde que se bajó de la moto cuando lo abordaron los sicarios que se movilizaban en una BWS. Le propinaron dos balazos en la cabeza y huyeron a toda velocidad. Su compañera lo vio caer.
El ‘Grillo’ no reaccionaba, lo daban por muerto; sin embargo, tenía signos vitales. En el caos que se desató en La Cumbre, sus amigos lo subieron en una moto y lo trasladaron hasta el Hospital de Floridablanca, pero su vida se esfumaba muy rápido.
Debido a la gravedad de las heridas, fue remitido al Hospital Universitario de Santander, HUS, donde falleció horas después.
En un video quedaron grabados los momentos de angustia que vivieron los residentes del sector intentando auxiliarlo.
Después con la calma y el estremecimiento por el atentado, comenzó el rumor de que un posible ajuste de cuentas sería el móvil.
A los asesinos nunca los habían sido visto por el sector. Al ‘Grillo’ lo persiguieron desde Piedecuesta.
¿Quién era?
José Miguel Ríos Tarazona vivía en el barrio Prados del Sur y habría salido de la cárcel luego de pagar una condena por un homicidio ocurrido en 2011.
Además, tendría antecedentes por fuga de presos.
¿El muerto que había pagado; otros enemigos por sus antecedentes…?