En Santander, Rodrigo Benjumea y dos de sus hijos partieron al otro mundo

Los gritos de una madre desesperada, aterrada, destrozada, conmovieron a decenas de personas que transitaban por la vía Landázuri – Cimitarra. Dos niños y un hombre yacían sobre el asfalto después de un fatídico accidente de tránsito. Otra menor está grave.
“¡Alonso se mató y mató a mi hijo. Por qué, por qué!, repetía una y otra vez aquella aterrada madre en busca de una explicación que aliviara ese intenso dolor que la acompañará toda la vida.
Rodrigo Alonso Benjumea Duarte, de 39 años, quedó tirado sobre el pavimento junto con sus dos pequeños de 13 y 2 años después de chocar contra una turbo que se movilizaba por el carril contrario. Cuatro personas irían a bordo de la Pulsar 180 azul de placa DNL-69C.
Los menores quedaron a lado y lado de la vía, mientras su padre yacía en la mitad, justo sobre la doble línea amarilla. La madre del más pequeño presenció el terrible suceso. “Le dije a Alonso: ‘yo lo llevo’ y él de terco… ¿Por qué, por qué?”: reclamaba al cielo contemplando los cuerpos.
La adolescente de 15 años cayó a un lado de la carretera y sufrió fractura en la muñeca derecha, trauma de tobillo izquierdo y múltiples hematomas.
De inmediato fue trasladada al Hospital de Barrancabermeja. Anoche se desconocía su estado de salud.
Dos familias en Santander se encuentran destrozadas; Landázuri -donde residirían- está de luto.
Rodrigo Alonso era padre de los 3 menores que lo acompañaban en su motocicleta.
En aquel viaje con sobrecupo, el adulto habría intentado adelantar metiéndose al carril contrario, según las primeras hipótesis. Hasta el momento no se han establecido responsabilidades.
La Inspección de Policía de Landázuri fue la encargada de realizar el croquis y adelanta las indagaciones para corroborar todos los factores que influyeron en este lamentable hecho. También hizo un llamado a la prudencia a los conductores.