Estaba dichoso, pero una tragedia truncó su anhelo de ver crecer a sus pequeños, comprometido con su nueva responsabilidad.
Wilmar iba a bordo de una motocicleta Pulsar 200 de placa NJZ-42D junto con su tío, Jaime Parra. Iban en sentido Curití-San Gil cuando chocaron con la otra motocicleta donde iba Esaú Martínez Parra.
Esaú murió en el lugar, Wilmar y Jaime quedaron malheridos y fueron llevados a una clínica en San Gil.
Jaime fue estabilizado pero Wilmar tenía un trauma craneoencefálico severo y de tórax; solo resistió un par de horas más. Cerró sus ojos para siempre.
Era aficionado al fútbol, sus ‘parceros’ lo recuerdan por su talento con el balón y su compañerismo. Pero quienes más lo extrañarán en el largo camino de la existencia, serán sus dos pequeños. Uno de los conductores habría intentado adelantar en sitio prohibido. También hubo exceso de velocidad.