El gobernador de Santander, Juvenal Díaz Mateus, ofreció este martes, 15 de octubre, $150 millones por información que permita lograr la captura de Óscar Camargo, alias ‘Pichi’, el señalado capo del microtráfico de Bucaramanga, tras su fuga en Medellín.
“Le voy a dar la instrucción al secretario del Interior para que nosotros pongamos una recompensa de $150 millones y que hablemos con Antioquia para que pongan, y la Alcaldía de Bucaramanga que ponga también unos $150 millones para tener una recompensa grande por la captura de ese bandido”, indicó el mandatario de los santandereanos en la mañana de este martes, 15 de octubre, en rueda de prensa.
Por el momento se desconoce si las alcaldías de Medellín y Bucaramanga se sumarán al botín con el cual se pretende lograr colaboración ciudadana, para que las autoridades puedan dar con el paradero de alias ‘Pichi’.
Previamente el general William René Salamanca, director de la Policía Nacional, había anunciado la creación de un grupo especial para lograr la recaptura de ‘el Pablo Escobar de Bucaramanga’, como también es conocido Camargo Ríos.
“Ya conformamos un equipo para ir en su búsqueda, en su recaptura. Ya el equipo está haciendo la tarea y lo lidera el propio subdirector de la Dijín y un alto funcionario de la Fiscalía”, dijo el jefe de la Policía Nacional el pasado viernes, sin que hasta el momento hayan resultados.
Alias ‘Pichi’ completó cinco días fugitivo
Alias ‘Pichi’ se fugó se fugó de una urbanización ubicada en El Poblado, en el suroriente de Medellín, donde se encontraba con el beneficio detención domiciliaria purgando una condena por el delito de concierto para delinquir.
El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, indicó que sus funcionarios le hicieron una visita de verificación en la tarde de este jueves, 10 de octubre, y comprobaron que no había nada anormal y que ‘Pichi’ estaba en su residencia. De ello dejaron evidencia en una foto donde aparece posando parado, vestido todo de negro.
Sin embargo, aproximadamente a los 15 minutos de haber terminado la diligencia, recibieron una señal de alerta desde el centro de monitoreo y retornaron al inmueble, donde comprobaron que ya el recluso no estaba en el sitio. El sentenciado les dejó el brazalete electrónico de geolocalización antes de evadirse.
Un día antes a la fuga, un juez le había revocado el beneficio de detención domiciliaria y su regreso a prisión era inmediato.
Esta fuga generó todo tipo de rechazo e indignación entre las autoridades de Bucaramanga y Medellín en contra de los jueces encargados de su proceso, por considerar que fueron permisivos con una persona que se ha evadido 14 veces de su libertad condicionada.
