“Ella trabajó 20 años por su región, no entiendo cómo le pagaron así”, dijo con impotencia uno de los familiares de Yohana Patricia Sepúlveda, la santandereana, de 45 años de edad, que murió asesinada el 30 de septiembre en la vereda La Rompida del municipio de Yondó (Antioquia).
El asombro, la rabia y el dolor son los sentimientos que ahora acompañan a los seres queridos de esta líder social que, desde muy joven, migró por amor a Cantagallo, en Bolívar y terminó sirviendo a sus lugareños como si hubiese nacido en aquel municipio.
“Ella no se negaba a un favor. Tenía varios negocios, porque siempre se le dio bien el comercio, y a la hora de fiar a sus vecinos, ella no tenía reparos. Lo hacía, porque entendía que la situación económica de la zona era difícil”, dijo uno de sus seres queridos.
Yohana, como secretaria de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Lejanía de Cantagallo, participó en varios proyectos productivos de paz para la erradicación de cultivos ilícitos. También motivó a la comunidad a trabajar en oficios legales, aún cuando el reclutamiento de menores, a manos de guerrilleros y miembros del Clan del Golfo, no cesaba.
“Ella era tan buena. Todos en Cantagallo lo saben, incluso quienes la asesinaron. Siempre medió entre grupos armados para rescatar personas, para evitar confrontaciones, pero en los últimos días ella sabía que lo mejor era irse”, añadió.
‘Nani’, como le decían de cariño, días antes de su muerte había hecho todos los preparativos para irse a Barrancabermeja, el municipio en el que vivió hasta sus 25 años.
Los enfrentamientos entre el Clan del Golfo y las disidencias de las Farc se convirtieron en el ‘pan de cada día’ en la vereda ‘La Lejanía’ en Cantagallo, sur de Bolívar. El pálpito de que algo terrible pronto ocurriría la tenía atormentada.
La corazonada se volvió realidad cuando un amigo de ella llamó a su familiar. “Acaban de matar a Nani”, pronunció entre sollozos. A medida que el testigo contaba el relato del homicidio, el dolor también incrementaba en su ser querido.
“Por qué la mataron así, por qué con tanta sevicia. No les dieron la oportunidad de explicar el porqué del cadáver en la camioneta”, añadió su familiar.
Así les tejieron la trampa para asesinarlos en Yondó: iban para Barrancabermeja
Yohana Sepúlveda, Lisímaco Zamudio, Jhon Freddy Pérez y su padre Luis Eduardo Pérez fueron obligados a subirse en una camioneta de la ruta escolar. Con un fusil en mano, uno de los comandantes del Clan del Golfo les entregó un cadáver, del que aún se desconoce su identidad.
“Lo único que tienen que hacer es llevarlo hasta la otra vereda”, les dijo. ‘Nani’, por miedo a que la asesinaran, si se negaba a obedecer, no tuvo remedio que subirse en la parte trasera de la ‘Ruta Escolar de Cantagallo’.
Sin embargo, en el trayecto los obligaron a seguir conduciendo. “Él que iba manejando era Jhon Freddy Pérez, el presidente de la Junta de Acción Comunal. Los paramilitares le dicen que debe seguir hasta Barrancabermeja con el cadáver”, contó una de las personas que se enteró sobre los hechos.
El joven continuó el trayecto, sin percatarse, de la emboscada que lo esperaba en La Rompida del municipio de Yondó (Antioquia).
Cuando la camioneta arribó en La Rompida del municipio de Yondó, hombres armados salieron a la vía y acribillaron a los ocupantes. En el vehículo quedaron los más de 50 orificios causados por los proyectiles.
Los cuerpos, posteriormente, fueron encontrados por las autoridades. En las últimas horas fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Bucaramanga. De acuerdo con familiares de Yohana Sepúlveda, la Alcaldía de Cantagallo está gestionando las honras fúnebres de los líderes comunales.
