Los 200 metros cuadrados de la bodega de reciclaje ubicada en la carrera 15A con calle 8 en el barrio Chapinero, al norte de Bucaramanga, amanecieron literalmente repletos de cenizas, después del voraz incendio ocurrido el jueves 9 de mayo a mediodía.
Nelson de Moya Ortiz, representante de la Fundación 4R dedicada al reciclaje, aseguró que ellos laboran de manera directa con la empresa comercializadora “Laura Sofia”, nombre comercial de las bodegas destruidas por el fuego.
En la comercializadora de manera directa trabajaban 40 personas y 200 más lo hacían de forma indirecta.
Allí compraban y almacenaban plástico, lo que generó que las llamas se propagaran con mayor rapidez y la combustión fuera mayor.
“Recibían otros materiales como papel y cartón, pero mucho plástico pasaba a molinos para volverlo granulado y venderlo a las industrias nacionales y locales”, señaló Nelson de Moya.
Sobre las causas del incendio se manejan dos hipótesis, ya que en el momento en que iniciaron las llamas no había nadie en las instalaciones.
De manera informal se especula que en el lugar arreglaban una máquina, para lo cual adelantaban labores de soldadura, lo que originó una chispa que cayó sobre aquel material, no fue percibida a tiempo, y todo ardió.
La segunda hipótesis apuntaría a un corto circuito, pero ambas versiones son investigadas por las autoridades.
Las pérdidas superarían los $200 millones, una cifra por la que nadie respondería, pues se estableció que la bodega no cuenta con seguros.
“Queremos complementar que el lugar tenía extintores y otros sistemas contra incendios, pero cuando se inició el incendio no había nadie. Ahora toca empezar desde cero, no tenemos de otra”, expresó Nelson de Moya.
Así fue controlado el incendio
El incendio fue controlado con siete máquinas y 19 bomberos quienes, ante la falta de hidrantes cerca de la zona de la deflagración, tuvieron que hacer más de seis desplazamiento para recargar los vehículos. La mayor preocupación eran las llamas que podían extenderse a una fábrica de muebles, contigua a la de reciclaje y chatarrería.
Al sitio también acudieron uniformados de la Unidad de Operaciones Especiales en Emergencias y Desastres, Ponalsar; miembros de la Defensa Civil de Bucaramanga y personal de la Oficina para la Gestión del Riesgo de Desastres de Santander.