Pero el miércoles en la mañana cuando emprendía su habitual trayecto, justo antes de llegar al retorno de Los Caneyes, sufrió un fatal accidente.
Chocó con la parte delantera de un tractocamión de placas XVH153. La pesada máquina la arrastró en su velocípedo, hasta quedar debajo del cabezote.
Ludy, de 39 años, sufrió fractura de cadera y politraumatismos. Quienes presenciaron el siniestro la dieron por muerta de inmediato, pero aún tenía signos vitales y la trasladaron de inmediato a la Clínica Foscal.
Sin embargo las esperanzas de que sobreviviera se desvanecieron.
El desconsuelo fue mayor para William Ramírez, uno de sus hermanos, quien le enseñó a conducir motocicleta y siempre le enfatizó que en ese retorno fuera precavida.
“No entendemos cómo pasó, ella era muy cuidadosa. Hay quienes dicen que se cayó de la moto y terminó debajo del camión; otros dicen que él la embistió”,
Al conductor del vehículo de carga pesada le realizaron la prueba de alcoholemia en la Clínica de Girón, para determinar si iba o no en estado de embriaguez.
“Ella era mi niña, en la casa la veíamos así porque era bajita, delgada, se veía muy joven para su edad. Era juiciosa, un amor”, dijo William, quebrado en llanto.
El mismo pesar se sentía entre sus colegas y allegados. “En la familia Construcciones la vamos a extrañar mucho, era humilde y muy entregada a su trabajo”, expresó una compañera de Ludy.