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El “atracadero” de la carrera 15: así roban en las inmediaciones de la Plaza Central de Bucaramanga

El pasado fin de semana, una mujer fue brutalmente golpeada por hurtar sus pertenencias en la carrera 15. En esta misma vía, el pasado 11 de marzo, un vendedor informal fue asesinado por un mototaxista por simple hecho de chocar accidentalmente su vehículo con una carretilla. Una crónica de lo que ocurre en la zona.

 Me apuñalaron por meterme en un robo ajeno…

La afirmación la hizo un comerciante de la Plaza Central de Bucaramanga, ubicada en el centro de Bucaramanga. El hombre muestra la cicatriz del episodio. El queloide invade gran parte de su brazo derecho. Se trata de un doloroso vestigio de los puntos de sutura que, hace más de dos meses, cerraron la profundidad de la herida que recibió. Desde su negocio, esta semana, afirma que aprendió dolorosamente un mandato inquebrantable de la carrera 15, entre calles 33 y 24.

– No se deben comprar problemas ajenos.

Por estos episodios es que los comerciantes ubicados en el primer piso de la Plaza Central de Bucaramanga viven presos del miedo. Abren sus negocios entre la zozobra de la violencia, la venta o consumo de estupefacientes, y el aumento de hurtos en este siempre convulsionado corredor.

Solo por citar dos ejemplos recientes. Hace una semana una mujer fue brutalmente golpeada por hurtar sus pertenencias. En esta misma vía, el pasado 11 de marzo, un vendedor informal fue asesinado por un mototaxista por simple hecho de chocar accidentalmente su vehículo con una carretilla.

– “Eso es lo que se ve a diario. Una inseguridad que nos paraliza, porque los delincuentes toman represalias si uno trata de intervenir”

Agrega el comerciante que fue víctima de una agresión por intervenir en un hurto ajeno. El hombre de unos 50 años, recuerda que el delincuente que lo hirió empezó a frecuentar su negocio.

– Venía con la supuesta intención de comprarme una gorra, pero no llevaba ninguna. Quería meterme miedo, para que no lo denunciara. Uno, finalmente, decide evitar meterse en problemas ajenos. Nunca lo denuncié…

Otros comerciantes afirmaron que desde el cosquilleo hasta el raponazo, los delincuentes han convertido esta calle en el “atracadero” por excelencia. La comunidad demanda una rápida y efectiva acción por parte de la Policía y la Alcaldía de Bucaramanga.

– Usualmente roban a mujeres. Las persiguen y sin dejarse pillar, les abren el bolso y les sacan sus pertenencias. Otros, más violentos, les rapan sus objetos personales y las golpean si oponen resistencia

La declaración proviene de una de las vendedoras de la zona, testigo silenciosa de varios hechos delincuenciales. Un robo al día resulta ser la cifra menos alarmante para quienes transitan y trabajan en este sector popular del Centro de Bucaramanga. Una calle arropada por la algarabía de los mototaxistas, el acoso callejero a las mujeres, los olores nauseabundos y la venta de estupefacientes. Todo a plena luz del día. Al escrutinio de propios e inexpertos forasteros, los preferidos por el hampa.

¿Seguridad privada?

Si bien, tras el violento robo de una mujer el pasado fin de semana en la calle 33 con carrera 15, uniformados de la Policía recorren la zona en algunos momentos del día, lo cierto es que este sector permanece sin vigilancia, afirman los comerciantes.

– Solo tenemos un celador por piso, y a veces, menos. Él corre con el riesgo de que atenten contra su vida…

Un vendedor de la zona hace la afirmación al explicar que los escasos vigilantes de seguridad apenas cuentan con un bolillo y algunos con gas pimienta. Ellos son conscientes de la realidad de la zona, por lo que, es de esperar que eviten intervenir en un hurto de un ciudadano, como sucedió con la agresión hacia una mujer, el pasado fin de semana.

Todos los negocios de la Plaza Central de Bucaramanga deben pagar el rubro de administración, en el que se incluye la seguridad, la luz y el servicio de aseo.

– Nosotros pagamos ese dinero, pero la verdad no consideramos que la plaza sea un sitio seguro.

Al respecto, el coronel Gustavo Adolfo Camargo Romero, subcomandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, señaló que se están adelantando reuniones con las empresas de vigilancia, pero indicó que lo principal es que los guardas hagan un oportuno llamado a las líneas de emergencia. “Las empresas de vigilancia juegan un papel importante. Estamos reuniéndonos con ellos, nos toca educarlas y decirles cómo proceder. Ya al momento de un procedimiento, pues obviamente ellos son vigilantes y no están investidos de autoridad…”.

En el sitio específico en el que ocurrió el hurto de la mujer, en la carrera 15 con calle 33, la mayoría de locales comerciales permanecen cerrados. Algunos administradores abandonaron sus negocios, dejando a esta zona de la plaza con algunos casinos, y fuentes de sodas, que también se han convertido en el escenario de homicidios.

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