La cifra total que necesitaban reunir para traer el cuerpo a Colombia de Iván Leonardo Ardila Caballero era de 23 millones de pesos. El 60 % de esta cantidad de dinero ya lo recolectaron sus familiares y serán suficientes para iniciar el traslado del cadáver hacia su país de origen.
Iván Leonardo de 32 años de edad y su amigo Camilo Andrés Campos Ramírez de 31 años fueron los dos migrantes santandereanos que murieron arrollados por vehículos ‘fantasmas’ en México.
Sus muertes ocurrieron el pasado sábado 24 de febrero a las 11 de la noche cuando caminaban en la costa del Estado de Chiapas, entre las poblaciones de Tonalá y Arriaga.
Cristina Ardila, la hermana de Iván Leonardo, ha liderado la campaña para recolectar el dinero que le permitirá brindarle el sepelio de cuerpo presente a su hermano.
“Quiero agradecer a todas las personas que nos ayudaron. Logramos reunir el 60 % de lo que nos pide la funeraria en México para que pueda realizar las labores correspondientes para la repatriación del cuerpo. El 40 % restante estamos realizando otras gestiones para pagar todo el dinero”, indicó Cristina Ardila.
Se espera que en los próximos días el cuerpo llegue a Colombia y su sepelio se realizará en el municipio de Girón. De Camilo Andrés, el otro hombre que falleció en el accidente, sus familiares anunciaron que lo van a cremar y traerán las cenizas.
El accidente está en la impunidad
Iván Leonardo y Camilo Andrés Campos caminaban en la costa del Estado de Chiapas, entre las poblaciones de Tonalá y Arriaga, el pasado sábado 24 de febrero a las 11 de la noche.
Cristina Ardila, hermana de Iván Leonardo, le manifestó a Vanguardia que existe la posibilidad de que no fuera uno sino dos los vehículos involucrados en el accidente donde ellos perdieron la vida.
“Sabemos que fue un carro ‘fantasma’, lo que le dijeron a mi mamá fue que primero atropellaron a Camilo Andrés y mi hermano se fue a ayudarlo para sacarlo del camino y también lo embistieron a él. Al parecer, fueron dos vehículos”, dijo Cristina.
Los dos iniciaron un viaje a inicios del mes de enero de 2024 desde el barrio Riveras del Río en Girón, Santander, en búsqueda del ‘sueño americano’. Pasaron el Tapón del Darién y habían llegado a territorio mexicano.
Iván Leonardo era soltero sin hijos y laboraba en Girón en ornamentación y construcción. Su compañero de viaje y sueños, Camilo Andrés, se dedicaba al trabajo informal. Buscaba mejores oportunidades en suelo norteamericano.
“La última vez que hablé con él me dijo que estaban en México, que estaban trabajando en lo que saliera para poder seguir con la caminata. Migración los devolvió 120 kilómetros, les dieron un permiso para transitar, la idea era llegar el domingo 25 de febrero al Distrito Federal”, contó la hermana.