El miedo se apodera a diario de los residentes del barrio Altos de Betania, al norte de Bucaramanga. Pocos se atreven a hablar sobre la inseguridad que afrontan. Se sienten “amenazados”.
Les han hecho saber ‘a las malas’ que el silencio debe predominar. Han sembrado terror y es por eso que temen por sus vidas y las de sus familias; sin embargo, están desesperados y no saben qué más hacer. “Por aquí no hay ni justicia ni ley”, dicen.
Una balacera ocurrida esta semana ‘rebosó la copa’. Por fortuna no hubo heridos, pero el cruce de disparos cerca de los apartamentos rompió la poca calma que había.
Ocurrió en hacia las 9:30 de la mañana a plena luz del día. Una de las balas impactó la ventana de un apartamento en un tercer piso de la torre 12.
“Los enfrentamientos son constantes por el territorio, por las drogas. Los problemas son en las etapas 9 y 10 de Betania y se pasan para Altos de Betania. Esa situación se vive desde hace años. Aquí han matado mucho pela’o”, manifestó un residente agobiado.
Las riñas -dijo- son a cuchillo y con armas de fuego. En la zona abundan los robos y la venta de estupefacientes.
“La Policía a veces ni viene cuando la llamamos. Es un territorio de nadie. Hay mucho delincuente”, dijo otro de los afectados.
Recordó que en ocasiones cuando intentan escapar de las autoridades se trepan a los techos de los edificios y generan tensión. Hasta panfletos intimidantes han circulado.
Movidos por la preocupación, algunos vecinos se han ido y arrendado sus viviendas.
Uno de los homicidios más recientes se registró el 4 de junio en una peatonal que comunica al sector 9 Betania con el proyecto de interés social Altos de Betania. Fabián Andrés Guerrero Vera alias ‘Gigante’ fue apuñalado en la zona boscosa. Le asestaron una estocada letal en el estómago. A pesar de que algunos vecinos intentaron auxiliarlo, falleció cuando ingresaba al Hospital del Norte.
Han hecho operativos
De acuerdo con la información suministrada por el Mayor Richard Guzmán, comandante de la estación Norte, en el sector hay un cuadrante fijo y también cuentan con grupos de apoyo.
En el segundo trimestre han hecho 16 capturas en flagrancia, 9 de ellas por porte ilegal de armas de fuego. Las otras han sido por riñas, lesiones personales, fuga de presos y violencia intrafamiliar.
El uniformado aseguró que en estos barrios se están adelantando investigaciones por parte de la Sijin y Sipol para realizar allanamientos. “Continuaremos atendiendo las denuncias de la comunidad y realizando operativos”.