La red, detalló la institución en un comunicado, identificó una red “señalada de abastecer de armas a organizaciones criminales de alcance trasnacional y de comercializar cargamentos de cocaína a grupos narcotraficantes que se encargaban de ponerlos en destinos internacionales”.
Las personas fueron detenidos en operaciones realizadas en los municipios de San Gil y San Vicente de Chucurí, en el departamento de Santander, y en Chigorodó, en Antioquia.
Los capturados obtenían al parecer de redes internacionales fusiles Galil y M16, pistolas y municiones de diferentes calibres, que vendían a grupos del Clan del Golfo, también conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y principal banda criminal del país, en la región del Urabá, en el departamento de Antioquia.
“También conseguían armas y las trasladaban ocultas entre tractocamiones a zona de frontera, donde eran recibidas por organizaciones delictivas que tienen injerencia en Guayaquil y otras ciudades de Ecuador”, agregó la información.
Estas personas también son acusadas de vender cocaína, producida en laboratorios clandestinos en los departamentos de Antioquia y Cauca (suroeste), a enlaces narcotraficantes que la envían a Venezuela, México y países centroamericanos.
Esa red exigió a algunos compradores de droga “dejar como garantía de pago a terceras personas” y se comprometía “a respetarles la vida si el estupefaciente llegaba a su destino y se cumplía con la entrega de la totalidad del dinero pactado en la venta”.
“En otras oportunidades, presuntamente, se comprometieron casas, fincas o vehículos. Por estos hechos, un fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales imputó a los capturados los delitos de concierto para delinquir y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, ambas conductas agravadas”, precisó la Fiscalía.
Los acusados -Roberto Amaya Blanco, Juan Carlos Mazo Castañeda, Jhon Bayron Linares Fuentes y Luz Andrea Fuentes González- no aceptaron los cargos y fueron enviados a prisión.