El lamentable caso de profanación que se presentó en el cementerio del municipio de Suratá, Santander, distante a una hora y 30 minutos de Bucaramanga, fue descubierto por un grupo de mujeres que iniciando la semana llegó a visitar el lugar donde se encuentran los restos de sus seres queridos.
Pero la sorpresa para ellas fue ver cómo una gran cantidad de lápidas fueron destruidas y cómo los profanadores les quitaron las flores, que dentro de los rituales católicos se llevan para recordar a los seres queridos.
Además, una imagen de la Virgen de Guadalupe fue arrancada de una gruta y la lanzaron al suelo para partirla.
Una de las afectadas decidió grabar los actos vandálicos para pedir a las autoridades seguridad en el campo santo.
“No se sabe que locos estuvieron acá y volvieron todo nada. La tumba de mi papá y la de mi mamá la acabaron. Le quitaron las flores, fueron desadaptados que no respetan la creencias y que como que estaban tomando cerveza y fumando, esto nunca había pasado en el cementerio”, señaló la habitante de Suratá.
Se cree que los actos de profanación los cometieron durante la noche del domingo 10 de septiembre. El lugar no cuenta con vigilancia privada ni cámaras de seguridad. Algunos habitantes expresaron que serían personas que no son del municipio, pero han llegado a vivir al pueblo.
“No podemos permitir que otras personas vengan a hacer estragos, debemos colocar cámaras en el cementerio y también encerrarlo con mallas para más seguridad. Somos una comunidad pequeña y se debe denunciar a los responsables, hay personas ajenas a nuestro municipio qué han llegado solo a ocasionar estragos”, indicó un poblador.
La Policía de Santander se ha encargado de investigar el caso y ha solicitado el apoyo de la comunidad para que entregue información de los responsables de este acto de profanación y vandalismo.
De igual manera la Iglesia Católica ha rechazado estos hechos que atentan contra las creencias religiosas.