Aquel día, de acuerdo con la versión que conocieron los familiares de la mujer por parte de su compañero sentimental, ella, para la época de 35 años, se acostó a dormir y se marchó sin dejar rastro, pese a que tenía un hijo de seis meses y otro de 11 años.
Desde entonces, ningún familiar, amigo o allegado volvió a tener información de Slendy Noraine, así como tampoco sus redes sociales volvieron a tener actividad.
Una hija de la desaparecida y quien para la época de los hechos vivía en Bucaramanga, señaló a Q’hubo que el caso está archivado por parte de la Fiscalía y que nunca se hizo una investigación exhaustiva para responder todos los interrogantes de esta misteriosa desaparición.
“La Fiscalía nunca nos colaboró porque la pareja de ese entonces de mi mamá (mi padrastro), declaró que ella se había ido por voluntad propia de la casa. Ella no se llevó ni una camisa, ni el celular. Mi mamá era una comerciante, vendía pijamas a nivel nacional y por ningún motivo se iba a desaparecer así no más, abandonando a sus hijos”, expresó la hija.
¿Relación tormentosa?
La familiar aseguró que su mamá, para aquel entonces, estaba afrontando una relación tormentosa con este hombre. Mejía Cáceres lo había conocido dos años atrás y decidió dejar a los suyos en la capital santandereana para iniciar una vida con él en Duitama, tras quedar embarazada.
“Ellos no vivían bien, habían agresiones e insultos, muchas discusiones. Yo no sabía nada de eso (…) En el celular de ella encontramos unas fotos, que fueron tomadas el día antes de la desaparición, y se puede ver que tiene unos dedos marcados en el cuello”, añadió Valentina.
Los allegados a Mejía Cáceres piden que el caso no quede en el olvido y se investigue a profundidad hasta despejar cada una de las dudas. Por ello, ayer, se adelantó un plantón en frente del búnker de la Fiscalía del barrio Alarcón, en el Centro de Bucaramanga.
“Nosotros tuvimos la oportunidad de comunicarnos, hace 15 días, con otra pareja que tuvo este hombre después de mi mamá. Esta mujer está en el exterior porque él la tenía amenazada, le partió el celular y también la maltrataba físicamente. Nos contó que ella encontró el pasaporte y la cédula de mi mamá escondidos en un bolso. A nosotros nos dijo que mi madre se había llevado esos documentos y vea, él los tiene”, concluyó la hija.
Aunque hasta el momento el caso de Slendy Mejía sigue como desaparecida, Valentina cree que su mamá ya falleció y las autoridades judiciales deben buscar el cadáver.
