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A Luis Arturo no lo veían desde hace tres días y lo hallaron muerto en su casa, en Bucaramanga

Desde el pasado 11 de julio nadie en el sector El Túnel de barrio Café Madrid, en el norte de Bucaramanga, había vuelto a ver o tener noticias del paradero de Luis Arturo Ramírez Collantes.

Era un hombre de 65 años, vecino del lugar y quien vivía solo, arrendado en el primer piso de una casa ubicada en la carrera 7 # 36N -123.

Los que lo conocían lo recuerdan como una persona muy sociable, trabajadora y que le gustaba tomar bebidas embriagantes.

Los días fueron transcurriendo y no se volvió a saber nada de Luis Arturo, hasta el pasado viernes en la tarde, cuando un fuerte olor a rancio y repugnante empezó a salir de la residencia de Ramírez Collantes.

El desagradable aroma también iba acompañado por una plaga de moscas, que se hizo insoportable a tal punto que los vecinos no aguantaron más y reportaron al 123 de la Policía la situación.

Los uniformados de la Estación Norte, en primer lugar, pese a tocar la puerta de la casa insistentemente, nadie abrió ni hubo respuestas desde adentro.

Ya luego se pudo contactar al arrendador del inmueble, quien llegó al lugar con una llave para de una vez por todas descubrir lo que estaba pasando. Tampoco se pudo, la puerta estaba con cerrojo al interior.

No quedó de otra que con una pulidora proceder a abrir a la fuerza, tumbando la entrada.

Tras estas labores, ya en el interior de la casa, se halló una macabra escena: Ramírez Collantes yacía tendido en una colchoneta, sin vida, en alto estado de descomposición.

El hombre de 65 años había muerto quizás desde el mismo martes pasado, día que fue visto por última vez, por causas que son materia de investigación.

El sitio se acordonó para que curiosos no pudieran entrar y la Policía dio aviso al Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, para adelantar las diligencias de inspección técnica al cadáver.

De Luis Arturo se conoció que no tenía familia en el barrio, era oriundo del municipio de Girardot, Cundinamarca. Él se ganaba la vida trabajando la fibra de vidrio en el sector de Chimitá, en la capital santandereana.

Para establecer con exactitud las causas de la muerte del hoy occiso, el CTI trasladó el cuerpo a las instalaciones de la morgue del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Se espera con exactitud qué le pasó y qué lo llevó a perder su vida.

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