Durante la madrugada de este domingo 2 de julio, la Dirección de Tránsito de Bucaramanga llevó a cabo un operativo de control que fue instalado en el sector de Cabecera, precisamente sobre la carrera 33 con calle 54, con el fin de verificar si los conductores que transitaban por la zona estaban en estado de embriaguez.
En el proceso fue detenido un conductor de una camioneta, quien después de entregar sus documentos, se opuso a practicarse la prueba de alcoholemia. Posteriormente se dio a la fuga cuando los uniformados se preparaban para iniciar el debido procedimiento.
El responsable aceleró cuando varios alféreces, junto al director de Tránsito, Carlos Bueno, se encontraban sobre la vía. Ninguno resultó herido.
«Interpondremos todos los procesos administrativos por irrespeto a la autoridad, renuencia al procedimiento oficial y el agravante de fuga, lo cual podría implicar sanción millonaria y pérdida de la licencia de conducción», señaló Bueno a través de sus redes sociales.
Un aumento del 769 % en infracciones de tránsito relacionadas con conducir bajo los efectos del alcohol en Bucaramanga da cuenta de una práctica que se ha vuelto común. Las cifras de accidentes y heridos han disminuido un 25 %, y no se han registrado fallecidos por este tipo de imprudencias.