Para algunos fue un milagro, para otros simplemente suerte y para algunos más no hay explicación de cómo un joven de 25 años que se lanzó desde el puente de La Novena, no sufriera más que una fractura del cúbito, un hueso ubicado entre el codo y la muñeca.
Pero para los Bomberos de Bucaramanga, la explicación del porqué no perdió la vida estaría en que se lanzó en la parte menos alta de la estructura, unos 70 metros, donde está la zona de escarpa y además en la caída lo amortiguaron las ramas de varios árboles.
Lo cierto es que el joven identificado como Marlon David Suárez Ramírez protagonizó momentos de angustia al mediodía del miércoles cuando se subió a la parte alta del puente y amenazaba con lanzarse al vacío.
“Unos le gritaban de manera irresponsable que se lanzara, algunos conocidos por el contrario llegaron y le dijeron que se bajara”, señaló un testigo.
En celulares de curiosos quedó registrado el momento exacto en que decidió lanzarse.
Las causas por la que intentó acabar con su vida estarían relacionadas con problemas con su pareja sentimental y, al parecer, consumo de sustancias alucinógenas.
Y mientras se creía que su cuerpo yacía sin vida en el fondo de la cañada. Los Bomberos reportaron que estaba vivo.
“Nos preparamos para rescatar un cadáver, pero la sorpresa fue encontrarlo con vida. El joven estaba despierto, se quejaba por el dolor. Partió varias ramas de árboles en la caída y estaba en el suelo. De ahí lo sacamos a la carretera”, informó el capitán Jorge Peña, comandante de Bomberos de Bucaramanga.
Fue trasladado a la Clínica Bucaramanga donde un funcionario de esta entidad le aseguró a Q’hubo que tras los exámenes y chequeos médicos solo presentaba la fractura en el brazo.
Los familiares además le manifestaron a la Policía que Marlon David había sido reportado como desaparecido desde el día martes al mediodía y solo hasta el miércoles cuando se conoció de su intento de suicidio, volvieron a saber de él.