Un fatídico hecho destrozó a una familia cucuteña. Los padres de un menor de cinco años que falleció después de caer al río Magdalena cuando la chalupa de la empresa Zamorana se volteó quedaron desconsolados por la desgracia que marcó para siempre sus vidas.
La lancha zarpó hacia el mediodía del sector El Muelle con 14 ‘tripulantes’, entre ellos el niño quien iba con su abuelo. Darían un paseo y luego volverían a su casa en el barrio La Floresta.
La chalupa llegó a su primera parada, el terminal fluvial Yuma. Cuando emprendieron el viaje de nuevo, bajo el puente Guillermo Gaviria, al parecer, por intentar esquivar un planchón, el conductor perdió el control del timón, se le apagó el motor y se volcó.
Todos cayeron al agua; quedaron a la deriva.
Algunos pescadores y la Armada Nacional llegaron al rescate.
Uno de los pasajeros, Jairo Hernández, murió de inmediato. Entre tanto, el niño de cinco fue trasladado a la Clínica Magdalena donde confirmaron que ya no tenía signos vitales.
Ambos habían quedado atrapados, no sobrevivieron a la inmersión. Las otras 12 personas resultaron con heridas menores y se recuperan de forma satisfactoria.
El lamentable hecho conmocionó en el Puerto Petrolero.
En el día de la madre, la desgracia mató en vida a la progenitora que perdió a su pequeño y otra familia que tampoco verá nunca más a su ser querido. Será un 9 de mayo de nunca olvidar.
