Conductores y algunos residentes quienes salen a caminar en las mañanas en el tramo que comunica a los barrios Fontana y San Luis, al sur de la ciudad, desde hace varios días venían reportando un olor a fétido que emanaba desde la zona boscosa, por donde pasa la quebrada ‘El Macho’.
Aunque nadie se animaba a investigar las causas, fue un habitante en condición de calle que merodeaba en el lugar, el que encontró la macabra escena en la noche de este lunes.
El cuerpo de un hombre colgaba con una soga, del cuello a un árbol. Su rostro se encontraba desfigurado ya que se cree que llevaba varios días sin vida.
“Pensamos que había sido un homicidio, pero por la escena que relató quien lo encontró creemos que se suicidó. Aunque no falta otra versión”, señaló un vecino.
Al conocerse la noticia, los líderes del sector dieron aviso a las autoridades. Al lugar acudió el CTI de la Fiscalía que solicitó el apoyo de los Bomberos de Bucaramanga.
El capitán Jorge Peña, comandante operativo del cuerpo de socorro, aseguró que fue necesaria la presencia de sus funcionarios ya que se debía hacer una maniobra de rescate en la cañada.
“Es un bosque que queda retirado de las viviendas. No encontramos señales de violencia y se podría determinar que era un adulto, pero está por confirmar la edad. No tenía documentos y ya serán las autoridades las encargadas de identificarlo”, señaló Peña.
Hasta la tarde del martes en Medicina Legal no se había presentado alguien a reclamarlo. Se está a la espera del dictamen forense para conocer si fue un suicidio, como las pruebas recolectadas en el lugar lo demostrarían.
Habitantes se pronuncian
Los vecinos de los barrios San Luis y Fontana, al sur de la capital de Santander, manifestaron que este hecho es una muestra de la falta de presencia de las autoridades en esa zona boscosa.
La presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Fontana, Gloria de Díaz, ha señalado que al ser una vía oscura y poco transitada por peatones, en especial en horas de la noche, es aprovechada para el expendio de alucinógenos.
“Es un lugar donde habitantes de calle llegan a consumir todo tipo de drogas, los expendedores también lo tienen como lugar para vender los alucinógenos. Pero además ha sido usado para encuentros sexuales y escape de los delincuentes que atracan en el barrio. Que este hecho sirva para que las autoridades implementen estrategias de seguridad en este sector de la ciudad”.
