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La historia detrás de la muerte de una estudiante de la UIS en Los Santos

Era la menor de cinco hermanos, dos de ellos ya fallecidos, y tenía el sueño de recibir el diploma y ejercer como profesional. El pasado 4 de febrero, hace tan solo 10 días, celebró su último cumpleaños.

Los planes de vida de Martha García Pedraza, una mujer que a sus 43 años estaba a punto de graduarse como ingeniera industrial, se truncaron cuando tomó la fatal decisión de terminar con su vida ingiriendo un veneno para roedores mientras se encontraba en una finca de la vereda El Duende, en el municipio de Los Santos.


Era la menor de cinco hermanos, dos de ellos ya fallecidos, y tenía el sueño de recibir el diploma y ejercer como profesional. El pasado 4 de febrero, hace tan solo 10 días, celebró su último cumpleaños.


A Medicina Legal de Bucaramanga llegó una de sus hermanas quien relató que Martha decidió ir a pasar un periodo de descanso en la finca de su padre, ya que quería despejar un poco su mente de los estudios y algunos problemas personales de índole económico.


Ella era soltera, sin hijos, y residía cerca de la Universidad Industrial de Santander.


“Lo que más quería era recibir ese diploma, era su sueño terminar su carrera. A sus 40 años era un ejemplo para muchas personas, pero infortunadamente las deudas la agobiaron, no había podido pagar la última parte de sus estudios y por eso estaba muy afectada, tenía un trabajo, pero no le alcanzaba”, relató la familiar.


Según sus allegados, sufría de bipolaridad, cambiaba de temperamento de un momento a otro, un factor psiquiátrico al que nunca se sometió a un tratamiento.


“Pensamos que el ambiente del campo la podría calmar, pero no. Ella se alteró aun más por su situación financiera. No tener dinero la afectó mucho”.

La decisión errónea
El pasado lunes la mujer sufrió una crisis emocional en la finca de su padre, en la que incluso sus familiares llamaron a la Policía del CAI de Los Santos para que le ayudaran a calmarla.


Pero la presencia de los uniformados la alteró más y fue a buscar un veneno que tenían en la casa, para roedores.


“Ella entró al baño y se tomó ese frasco. La llevaron en una patrulla hasta un centro médico, pero nada pudimos hacer. Fue muy triste su deceso”, señaló la hermana.


Lo que los familiares piden a los centros universitarios y a las autoridades locales son campañas de prevención y atención a las enfermedades de salud mental.


“Uno no es experto en esos temas e infortunadamente cuando quiere ayudar no sabe cómo”.


No obstante, las autoridades de salud del departamento invitan a las personas que sientan que tienen problemas de depresión u otros asociados a la salud mental, que pueden pedir ayuda en las diferentes instituciones que brindan servicios para que puedan acudir y recibir atención y apoyo psicosocial frente a las dificultades.

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