Mientras adelantaban labores de mantenimiento en el kilómetro 23 de la vía Bucaramanga a Pamplona, dos hombres, el operario de un retrocargador y el conductor de una volqueta, quedaron atrapados por un alud de tierra.
Los primeros en acudir en su ayuda fueron los conductores que transitaban por el lugar, que pese al peligro de un nuevo derrumbe, no dudaron en ayudar al rescate. Allí de manera inicial fue sacada la persona que manejaba la maquinaria amarilla.
Pero el conductor del vehículo de carga quedó bajo miles de metros cúbicos de sedimento. Se temía lo peor. Pero las esperanzas de hallarlo con vida nunca se frustraron.
Fueron minutos de angustia en este sector conocido como ‘La Concorva’. Miembros de la concesión Autovía dieron aviso a las autoridades para lograr el rescate de los funcionarios. En cuestión de minutos llegaron al lugar los Bomberos de Floridablanca, el Ejército y el Grupo Ponalsar de la Policía.
Bajo la coordinación de la oficina de Gestión del Riesgo de Desastres de Santander, con palas y una retroexcavadora se retiró el material de arrastre.
“Creemos que fue una falla humana la que generó el movimiento en masa”, informó Fabián Vargas, jefe de la OGRD.
Luis María Guarín, de 55 años, quedó atrapado en la cabina. No podía mover sus piernas, la tierra lo tapó hasta la cintura, pero por fortuna le quedó espacio para respirar.
Fueron los miembros de Ponalsar quienes lograron contactarlo y mantenerlo con calma. Cuando se logró retirar los escombros que tapaba una de sus puertas, se procedió a partir el vidrio de la ventana izquierda por el lado del pasajero y sacarlo con vida.
“Lo escuchamos que pedía auxilio. Lo arrastramos por el túnel que le hicimos y por fortuna está vivo”, relató uno de los miembros de Ponalsar.
Los dos operarios están estables, pero permanecen en observación médica sin mayores complicaciones.
