El reto de un grupo de jóvenes de pasar corriendo la autopista entre Bucaramanga y Floridablanca, frente a la estación de Metrolínea del barrio el Diamante II, terminó en tragedia cuando un taxi arrolló a un menor de 16 años que iba en esa ‘manada’.
El adolescente y sus amigos atravesaban la calzada, omitiendo utilizar el puente peatonal que estaba a escasos metros, cuando un taxi, de placas WFD 152, lo impactó.
En el automotor de servicio público viajaban varios pasajeros, miembros de una familia entre ellos un menor de edad. El conductor sin autorización iba por el carril exclusivo de Metrolínea.
El adolescente salió expulsado más de dos metros después de golpear la parte delantera izquierda del vehículo. El golpe rompió el panorámico. Vestía una pantaloneta azul y una camiseta blanca que se manchó de su sangre.
La escena era escalofriante ya que quedó agonizante sobre el separador en medio del césped alto. Los testigos temían lo peor y pensaron que había fallecido en el lugar.
“Fue un golpe muy fuerte. Ambos son imprudentes por no utilizar el puente peatonal y por andar por el carril del metro”, decían los testigos.
Minutos después llegaron los paramédicos de una ambulancia. Lo inmovilizaron y se lo llevaron a un centro médico donde su estado, hasta el cierre de esta emisión, era bajo pronóstico reservado.
Los ocupantes sufrieron algunos golpes leves, nada de consideración y fueron atendidos en el sitio.
Pero motociclistas llegaron al lugar e intentaron agredir al taxista culpándolo de los hechos.
“Dañémosle el carro. Eso fue su culpa por andar arriado”, eran las frases que se escuchaban.
El taxi fue inmovilizado por agentes de Tránsito. Metrolínea lamentó el percance e invitó a no usar el carril exclusivo y a los peatones a utilizar los pasos elevados para atravesar las vías.