Hace pocos días la televisión mexicana estrenó la serie ‘Cabíbal, Indignación Total’, donde se cuenta la historia del hombre llamado Andrés Filomeno Mendoza Celis, un caníbal que acabó con la vida de, por lo menos, 30 de sus vecinas en Atizapán, en este país azteca.
En el año 2011 empezó en esta zona de México una serie de misteriosas desapariciones y jamás se sospechó que Filomeno tuviera algo que ver, solamente 10 años después, cuando este tenía 74 años, fue capturado y condenado por el homicidio de cinco mujeres.
Filomeno nació en 1947 en un lugar llamado San Sebastián Río Dulce, en el municipio de Zimatlán (México), pero cuando tuvo edad suficiente abandonó su hogar y se fue a trabajar y a vivir a San Miguel, donde sus vecinos lo recuerdan como un hombre tranquilo y del que no llegaron a imaginar que llevaba una doble vida, asesinando a mujeres.
A pesar de que algunas veces este sujeto dio señales que algo no andaba bien, sus vecinos no sospecharon de sus crímenes.
Según cuentan medios internacionales, en alguna ocasión una mujer pedía ayuda para que una amiga saliera de la casa de él, otras veces sintieron un mal olor proveniente de su hogar, pero nada los llevó a imaginarse algo tan macabro. Dicen también que este sujeto era pervertido, adicto a la pornografía y al alcohol, pero ni por esas creyeron que se tratara de un asesino en serie.
¿Cómo descubrieron al criminal?
Cuentan que la última víctima de Filomeno era una mujer que resultó ser esposa de un Policía. El uniformado fue a buscar a su esposa a la casa de este hombre en mayo de 2011.
Allí, el angustiado marido confrontó a Filomeno y tras un forcejeo logró entrar a su casa, donde encontró la macabra escena de su esposa asesinada, por lo que inmediatamente dio el reporte. Cuando revisaron la vivienda de este sujeto, encontraron los restos óseos de 19 mujeres, un niño, un hombre.
En interrogatorios, Filomeno les confesó a las autoridades que engañaba a sus víctima con supuestas ofertas de trabajo y las llevaba a su casa, luego allí las mataba y enterraba sus restos en un sótano.
En marzo de este año, las autoridades de México sentenciaron a Mendoza Celis y cumple una cadena perpetua en el Penal de Tenango del Valle por el delito de feminicidio.
