«A pesar de que los Juegos Olímpicos fueron aplazados un año y celebrados bajo diversas restricciones, creo que hemos sido capaces de cumplir nuestra responsabilidad como país anfitrión», ha manifestado, un día después de la clausura del evento y a pocos días del inicio de los Juegos Paralímpicos de Tokio.
Los Juegos Olímpicos, que arrancaron el 23 de julio, se celebraron en gran parte sin espectadores o con un aforo limitado para intentar contener la propagación de los casos. Los Juegos Paralímpicos arrancarán el 24 de agosto.
Asimismo, ha hecho hincapié en la necesidad de que la población acuda a vacunarse y limite sus viajes no esenciales para intentar contener la propagación del virus, después de un aumento de los contagios achacado principalmente a la variante delta, detectada por primera vez en India, según ha recogido la agencia japonesa de noticias Kiodo.
«Ante el inicio de las fiestas de Bon –una festividad budista– esta semana y con la continuada propagación de la altamente contagiosa variante, es un periodo extremadamente importante (para contener la pandemia)», ha explicado Suga, quien ha rechazado que los Juegos Olímpicos hayan tenido relación con este repunte.
En este sentido, ha reclamado a los jóvenes que eviten los desplazamientos innecesarios durante estas vacaciones y ha agregado que cerca del 70 por ciento de los nuevos pacientes en Tokio son personas de 30 años o menos.
Las autoridades de Tokio han notificado este mismo lunes 2.884 casos durante las últimas 24 horas, cerca de 700 más que hace una semana y una cifra récord para un lunes en la ciudad, tal y como ha informado la cadena de televisión japonesa NHK.
Las autoridades japonesas decidieron el 4 de agosto expandir el estado de emergencia a otras ocho prefecturas –Aichi, Fukushima, Gunma Ibaraki, Kumamoto, Shizuoka, Shiga y Tochigi–, después de que Suga reconociera que «las infecciones se están propagando a un nivel sin precedentes en el área metropolitana (de Tokio) y en otros lugares».