Carla Scott y su novio, Dirk Howell, se han convertido en los principales sospechosos de la muerte del pequeño Alfie Stelee, niño de 9 años a quien hallaron muerto en la bañera de su casa ubicada en el Reino Unido.
De acuerdo al medio británico Mirror UK, el pasado 18 de febrero de 2021, la madre del menor llamó a emergencias y aseguró que se hijo habría muerto ahogado en la bañera, pues supuestamente se había quedado dormido.
Ambulancias arribaron de inmediato para tratar de salvar al niño, donde la mujer explicó que sufría de asma y había tenido neumonía. Así mismo, encontraron al menor en una habitación «oscura, sucia y desaliñada», donde según la madre se había golpeado la cabeza.
Una llamada sospechosa
Según se conoció, cuando trasladaron al niño al hospital, la madre llamó a su novio y le dijo que «hay mucha policía, tienen detectives y todo», luego, se despidió con un “te amo”.
Su actitud y acciones resultaron muy sospechosas y se inició una investigación en contra de la pareja donde se pudo confirmar que el niño presentaba más de 50 heridas en cabeza, espalda, piernas y nalgas, y esta fue la causa de su muerte.
“Alfie no se había quedado dormido simplemente en un baño cómodo, había sido agredido, golpeado y puesto y retenido deliberada y repetidamente bajo un baño frío como castigo, y ese curso de conducta ilegal, ese castigo innecesario, fue llevado a cabo conjuntamente por Carla Scott y Dirk Howell”, indicó la fiscal Michelle Heeley en uno de los juicios.
El menor al parecer era víctima de maltrato, pues meses antes del asesinato su vecina denunció que lo golpeaban. «Todavía puedo escuchar golpes… Acabo de escuchar un gran estallido… Escuché palabrotas… Escuché algo jodido, pero sonaba amenazante», expresó Gemma Allcott en la llamada a la policía.
Ninguno de los dos ha aceptado los cargos por asesinato, homicidio involuntario, causar o permitir la muerte y crueldad infantil. El juicio continuará el próximo 5 de junio.
