Hay un jugador del Atlético Bucaramanga que ha sufrido los peores momentos en la ‘B’ y que hoy alegra a todo el estadio con su imponente presencia, ese es el infaltable jugador número 12.
Son casi dos horas las que un hincha promedio debe esperar para acceder a la localidad de sur alta. Ahora, la banda de la inmensa Fortaleza Leoparda Sur debe llegar con casi tres horas de anticipación.
Pero el ‘aguante’ de la banda y la barra no dura 90 minutos ni toda una tarde de partido, entre semana cada uno de los integrantes se reúnen en el Centro Cultural del Oriente para afinar los detalles de las canciones que alientan a los 11 ‘leopardos’.
Son dos salones que se llenan con integrantes de la banda y personas que desean acceder a ella. Las sesiones de percusión y vientos son estrictas y la disciplina es lo que se vive en los ensayos de dos horas como mínimo.
La banda de los que ‘están locos de la cabeza’ es precisamente un grupo de hombres y mujeres profesionales, que madrugan todos los días a trabajar y que, en medio de todas sus responsabilidades, tienen tiempo para alentar al equipo.
Eso sí, las ‘leopardas’ se han ganado a pulso su rol protagónico en la barra. Durante más de tres años, más bumanguesas se han unido a los cantos de sur alta y le han demostrado a las demás tribunas que en la barra hay personas comprometidas.
Claro ejemplo de su compromiso es Yohana Ribero, dueña del redoblante y aspirante a saxofonista. Ella debe desplazarse de Girón hasta Piedecuesta para cumplir con su trabajo como auxiliar administrativa en el hospital.
Y después de cada turno, se dirige a los ensayos de la banda los martes y jueves a partir de las 7:00 de la noche.
Son más de tres años en los que su pasión por la música y el equipo de la ciudad, la ha llevado a desplazarse a donde vaya a jugar el cuadro ‘búcaro’. Junto a Yohana son múltiples mujeres las que nutren la banda y se han ganado el respeto de las demás hinchadas gracias a su disciplina.
La banda ‘búcara’ es un referente a nivel nacional por su empoderamiento femenino y esta labor ha impulsado a más mujeres a ponerse la camiseta ‘auriverde’ y apoyar al equipo a base de música.